13/6/11

MARROC - Anatomia del sistema polític




Anatomia del sistema polític: Societat civil, drets humans i democratització al Marroc.

1.                  Anatomia del sistema político: Sociedad civil, derechos humanos y democratitzación en Marruecos.
2.                 La societat civil i l'indicador de canvi modernització de l'autoritarisme
3.                 Poder i transició política en el món àrab
4.                 Resumen del discurso de SM el Rey de Marruecos a la nación.(10 .03.2011)
5.                  Los partidos políticos y la constitución en Marruecos.
6.                 Relaciones internacionales de Marruecos
7.                  Monarquia e islam político en marruecos
8.                 Marruecos y Hassan II, un testimonio por A. Laroui.
9.                 La monarquia en Marruecos
10.             Els processos electorals com a indicador de la democratització del sistema polític marroquí
11.               Ambiciones y reformas en Marruecos
12.              Remontando en el pasado
13.              ¿¡La fe está en crisis!?
14.              El atentado en el Café Argana de Marrakech. 28 de Abril 2011
15.              Procesos electorales en regímenes políticos no democráticos
16.              Democratización y desarrollo en el Magreb y Oriente Medio
17.              Relaciones internacionales de Marruecos



1.             Anatomia del sistema político: Sociedad civil, derechos humanos y democratitzación en Marruecos.

PÉREZ BELTRÁN, Carmelo (ed.): “Sociedad civil, derechos humanos y democratización en Marruecos”. Awraq, XXIII (2006): 355-357

Protesta en Rabat en el 20 de Febrero 2001.
Fuente: El País


Esta obra se fundamenta en el estudio de la evolución de la sociedad civil marroquí en los últimos veinticinco años como medio de análisis para tener una mejor comprensión de las dinámicas desencadenadas por el proceso de transformación en el que esta inmerso el país y también como antecedente ante el surgimiento de las revueltas árabes. Una de las consecuencias más llamativas del proceso de reformas políticas emprendidos por Hasán II durante los años noventa para enfrentarse a las transformaciones del sistema internacional y para contrapesar la desgastada imagen del régimen por la consecuencia de la violación de los derechos humanos (y que con Mohamed VI ha continuado, hasta que después de las manifestaciones comenzadas el  día 20 de febrero haya decido incluir en la nueva constitución las recomendaciones de la Instancia Equidad y Reconciliación que el monarca creó en 2004 para hacer balance de los llamados “años de plomo”, la peor etapa de represión en tiempos de Hassan II, e indemnizar a sus miles de victimas. Al acabar su tarea este órgano formulo consejos para que esos abusos no volvieran a repetirse, pero hasta ahora no han sido puestos en práctica) ha sido el desarrollo y fortalecimiento de una sociedad civil plural y dinámica que coexiste con un sistema de partidos políticos detenidos en su progreso y desacreditados por la opinión pública. El estudio de los procesos de cambio en curso y de los nuevos actores que surgen en la sociedad marroquí es la principal base en la que se encamina este trabajo a través de los análisis de investigadores españoles y marroquíes en el marco de un proyecto de investigación I+D+I realizado entre 2001 y 2004.

En la primera parte de la obra se estudian las correlaciones entre el Estado, los partidos políticos y la sociedad civil; haciendo hincapié en el escaso impacto que la transición predemocrática ha tenido en la articulación de poderes por medio del análisis de la figura del primer ministro y su desvalorizada posición durante los gobiernos de la alternancia frente al soberano, el cual sigue abarcando una postura hegemónica en el sistema. Entonces, se reflexiona sobre las relaciones entre el proceso de democratización y el proceso de descentralización en Marruecos, revelando la poca repercusión que ha tenido esta dinámica en el centro de la agenda política desde los años ochentas, y asociada a una posible resolución a la cuestión del Sáhara Occidental, paralizada desde la promulgación de la ley de la Región en 1997 por el desasosiego e incertidumbres que plantea, debido al reparto del poder en un estado centralista que aprecia con sospecha los particularismos regionales. Por lo tanto, este hecho nos sirve para comprender la propuesta de regionalización del país que ha propuesto Mohamed VI ante la  reforma de la constitución que ha decidido llevar a cabo tras los acontecimientos sucedidos en el norte de África y a partir de las diversas manifestaciones surgidas del 20 de febrero. Esta regionalización comenzará por el Sáhara Occidental, y creará unos Consejos Regionales (parlamentos autonómicos) elegidos por sufragio universal directo cuyo presidente ostentará el poder ejecutivo en lugar de los gobernadores, unos altos funcionarios nombrados por el rey y que hasta ahora le representan en cada provincia.

Asimismo, se puede observar el análisis de los partidos políticos más importantes del Movimiento Nacional ( el Partido de Istiqlal y la Unión Socialista de Fuerzas Populares) ante los cambios en curso que se van originando. Por otra parte, Inmaculada Szmolka reflexiona sobre el papel de los medios de comunicación escrita en el proceso de cambio político en Marruecos, enseñando como la prensa escrita ha sido el sector de comunicación que ha tenido un papel primordial pese a las restricciones a la libertad de expresión que sigue manteniendo el Código de Prensa promulgado en 2002. Teniendo en cuenta esta limitación sobre la comunicación, se puede apreciar, que las protestas que desde febrero recorren las calles de marruecos, fueron convocadas a través de la red social Facebook (El país), aunque las comunicaciones a través de internet también son muy limitadas y tampoco ha sido posible que se hiciera un seguimiento a través del canal de televisión Al Yazira, ya que su emisión ha sido suspendida debido a que el Ministerio de la Comunicación marroquí informó que alteraba la imagen del país, y especialmente a su integridad territorial (el mundo, 30/10/2010). La prensa afín al régimen recoge, en cambio, con grandes titulares el rechazo a manifestarse por parte de las direcciones nacionales de los sindicatos, de los partidos de la coalición gubernamental y también de los islamistas más moderados así como de numerosas asociaciones (el país 20/02/2011). Ante todo esto, sólo cabe decir, que de poco vale las restricciones de canales de televisión y prensa si los ciudadanos logran crear una red de comunicación paralela, dirigida a la movilización de masas como el Facebook, Twitter o los SMS. 

La segunda parte de la obra se basa en el análisis del islamismo político como un hecho destacable de la sociedad civil y también como un actor político ascendiente, en perspectiva histórica; desde el periodo almohade hasta la dinastía alauí. Además, se examina la concepción que del término democracia tienen las dos principales agrupaciones islamistas en Marruecos; mostrando como el Movimiento Justicia y Caridad rechaza el concepto de democracia como sistema de valores y como técnica política, al contrario de como es comprendida por las élites laicas marroquíes por estimar lo disconforme con la tradición marroquí y con la ley islámica. El Partido de la Justicia y el Desarrollo mantiene una posición más neutral con la que argumenta su aceptación a tener participación en el juego político marroquí y a constituirse en el Parlamento a través de una reinterpretación del concepto islámico Chura.

La tercera parte de la obra está dedicada al estudio del fenómeno asociativo en Marruecos. Así, se tiene en cuenta la evolución del Movimiento de Derechos Humanos, que esta enfrentado a las contradicciones del entrismo y la cooptación. También se analiza la evolución del movimiento asociativo femenino desde una óptica histórica hasta la actualidad, abarcando también a las asociaciones de mujeres islamistas. Otro tanto puede decirse del proceso de reforma del Código de Familia en Marruecos y sus implicaciones simbólicas políticas y Jurídicas, señalando el impacto de este cambio legislativo en la composición de un nuevo concepto de familia. Luego, se analiza el papel de los amazigh en el proceso de hibridación cultural en Marruecos y la reclamación de una identidad propia y distinta; que nos podría ayudar a entender la nueva reforma constitucional anunciada por Mohamed VI, en la que reconoce la centralidad de la lengua amazigh, ya que hasta ahora, Marruecos era un estado soberano donde la única lengua oficial era el árabe.  Por último, se analiza el proceso de liberalización política y económica como contribuidora al surgimiento de nuevos actores económicos.


2.     La societat civil i l'indicador de canvi modernització de l'autoritarisme

DESRUES, T. “La sociedad civil marroquí: indicador de cambio y modernización del autoritarismo marroquí”Awraq , XXII (2001-2005): 393-425.

Nos ha parecido interesante incluir una reflexión crítica sobre este artículo dado el papel fundamental que en los movimientos sociales del Magreb y Oriente Próximo está teniendo la llamada sociedad civil. Así como la vinculación la idea de democracia importada de Europa y erigida como uno de los estandartes de la supuesta modernidad de ésta área.

Comienza el autor del acuerdo común que la sociedad civil es un paso previo a la democratización de las autocracias. Sin embargo, este término debe ser analizado según su contexto y según los actores implicados. No puede ser entendido simplemente como lo contrario al Estado. En ocasiones se mueve en esa oposición, pero también puede hacerlo dentro de los mismos parámetros, e incluso pasar a formar parte de las formas de gobierno. En los movimientos sociales recientes en el Magreb y Oriente Próximo, la sociedad civil ha tenido un papel fundamental. La gran novedad (que se está viendo extendida en, por ejemplo, las reivindicaciones sociales actuales por las reformas laborales en España) es la movilización de masas de población aparentemente acefálicas, que se apoyan en las nuevas tecnologías y redes sociales, así como en formas tradicionales de asociación (como sería el ejemplo de las Mulid en Egipto). En el caso de Marruecos, la cara visible es el movimiento 20 febrero (del que incluimos un listado con sus reivindicaciones), que tiene su perfil en el popular Facebook.

La sociedad civil debe ser entendida como simultáneamente en y fuera de la sociedad política. Sus reivindicaciones van en contra de las estructuras partidistas, pero forman parte del ideario de un sistema democrático. De hecho, el autor remarca su doble funcionalidad. De un lado como catalizador de reivindicaciones populares y por otro como signo de modernidad. Los estados pueden jactarse de su democracia moderna dada la existencia de las protestas de la sociedad civil. Otro aspecto sería hasta que punto se atienden estas demandas. En la mayoría de casos los Estados realizan cambios en la gobernabilidad que no suponen una renuncia a los poderes autocráticos. El caso de Marruecos es paradigmático al respecto. Ante las reivindicaciones del movimiento 20 febrero en diferentes ciudades del reino, el monarca anuncia futuros cambios. A la luz de la historia, los cambios anteriores han significado escasas renuncias a la autocracia monárquica del país. A pesar de que si ha habido avances por ejemplo en los derechos de la mujer con los cambios en la Mudawwana.

En Marruecos la sociedad civil emerge en un tejido asociativo bastante visible en la prensa independiente. Responde a un fracaso del modelo de Estado desarrollista autoritario (aunque se presenta como modernizador y con talante europeo), a su represión excesiva (aún hoy vigente), y a las influencias externas (libre-mercado y derechos humanos). En los 80 y principios de los 90 las reivindicaciones sociales y económicas (es uno de los momentos donde la inmigración es mayor) se dirigen al régimen político. A pesar de entrar en la modernización, la situación de la población queda igual, con lo que el descrédito hacía la idea de modernidad, democracia y sistemas electorales es patente. En los 90 se dan cambios constitucionales como la creación de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), que aglutinaba las fuerzas de la oposición, más integración en el comercio internacional, diálogo con sindicatos... Supone una mejora en las relaciones entre intereses sociales y políticos enfrentados. En el discurso del Estado entran en ese momento tres ideas fundamentales:

·         Estado de Derecho
·         Economía de Mercado
·         Sociedad Civil

Éste último es esencial para entender la doble lógica con que se usa. Oportunidad para el cambio, pero su acción significa una confirmación de que el Estado es democrático y moderno (aunque de hecho no lo sea).

El autor establece una distinción entre la sociedad civil con fines políticos y con fines socio-económicos. La primera alterna entre discursos de proposición o de denuncia (más o menos limitada). Su talante depende de sus posición declarada ante la constitución concreta y su trayectoria de relación con el régimen. En los 90 este tipo de movilización se oriento a las libertades públicas, derechos humanos, de la mujer y de los amazigh. El gobierno se vio obligado a ejecutar los cambios mencionados. También en este momento se dieron las movilizaciones del Foro Verdad y Justicia, vía para las reivindicaciones contra las consecuencias de los años de plomo. También es un ejemplo de este tipo de sociedad civil la creación de grupos liderados por élites intelectuales y/o empresariales, opositores en su mayoría. El carácter de estas movilizaciones ya evidenciaba una conexión con un mundo globalizado así como asociaciones transnacionales (como Naciones Unidas). Especialmente este último grupo dentro de la sociedad civil, la veía como una sociedad ideal, alternativa a la sociedad política

La sociedad civil con fines socio-económicos normalmente es impulsada desde el exterior. Sus propósitos son loables, pero significan preconcepciones discutibles. En primer lugar parten de la idea de que la población pobre está poco capacitada para representarse a sí misma. Y en segundo, suplen funciones del Estado y del mercado. La situación de crisis social, con el elevado paro, especialmente entre jóvenes diplomados, y la miseria de amplias capas d ella población no son respondidas desde el Estado. Y como actores, priorizan su acción social a la contestación política (“despolitización del activismos en aras del pragmatismo”), con lo que acaban siendo participes indirectos de los regímenes y su permanencia. Para solventar la ineficacia del atomismo de estas asociaciones se han dado iniciativas en la línea de coordinar asociaciones, poniéndose en duda esta distinción que realiza el autor entre reivindicaciones políticas y socio-económicas.

Las respuestas del gobierno marroquí ante la voz plural de la sociedad civil son paradigmáticas del uso que hace de ella. Básicamente consisten en procesos de racionalización de su autoritarismo, mayor arsenal jurídico y relegar las nuevas instancias creadas para calmar los ánimos colectivos. Inevitablemente nos recuerda a la situación actual con el anuncio de cambios constitucionales que previsiblemente no van a suponer una renuncia a que el monarca sea la autoridad que tiene la última palabra.

Estas reformas se dan en 4 áreas:

·    Reformas de la legislación: La libertad de asociación se rige por el dahir (1958), se enmenda en 1973 obligando a los fundadores de las futuras asociaciones a una declaración previa ante la administración, que les remite un recibo que podía devolver según su propio criterio. Ante semejante arbitrareidad las reivindicaciones sociales consiguen que se estipule un plazo obligatorio. Este aparente avance, pasa por alto que en la práctica, la administración puede negarse a expedir ciertos recibos. La autora señala algunos ejemplos como el Centro Marroquí por la Democracia de las Elecciones. Respecto a la ley de la libertad de reuniones públicas o del derecho de manifestación ocurre algo similar. Él gobierno aparentemente hace concesiones, pero se reserva el derecho último, como la posible asistencia de un representante estatal en el primer caso o la apreciación de ciertas manifestaciones como antimonárquicas, antireligiosas (contra los valores “sagrados”) o que atenten contra la integridad territorial (aquí ya quedan vedadas de entrada las respectivas a la cuestión del Sáhara Occidental). No tanto son las leyes arbitrarias en sí, si no la laxitud de su aplicación. Los atentados del 16 de Mayo del 2003, independientemente de una interpretación conspiranoica, suponen una carta blanca para acallar voces de oposición especialmente de talante religioso. La restricciones a la libertad, y el margen a la arbitrareidad quedan justificados por la defensa de la seguridad nacional. Así se multiplican las acciones estatales contra el terrorismo, reservándose el Estado el poder de apreciación de que es y que no terrorismo. Convirtiendo incluso reivindicaciones de derecho común en supuestas amenazas terroristas. Seguramente el movimiento del 20 de febrero, consciente de estas estrategias, se afanó a declararse en contra del atentado del pasado mes.

·      Consejos, comisiones, instancias y otros institutos: El Consejo Consultivo de Derechos Humanos (CCDH), responde a las críticas fundamentalmente desde el exterior del País. Este consejo crea ella Instancia Equidad y Reconciliación (IER) que busca no pasar por alto consecuencias de los años de plomo. Supone que las víctimas puedan dejar de reprimir sus emociones y hacer declaraciones en medios públicos. Pero se sigue impidiendo la denuncia más allá del reinado del nuevo monarca. También se crea el Instituto Real de la Cultura Amazigh (IRCAM), pero nombrado a un líder que presenta una vinculación con el gobierno. Se neutralizan así las demandas de los movimientos asociativos, pero los avances reales son escasos.

·        Comisiones: la más importante fue la comisión consultiva respecto a las reformas de la Mudawwana, que en última instancia recaen en el Príncipe de los Creyentes, o sea, el rey. Y así se manifiesta en la práctica, donde a pesar de que las reformas fueron mayores de lo que se reivindicaba, en la práctica no se contó con las asociaciones femeninas ni de derechos humanos.

·         Fundaciones: difusoras de la imagen de un rey preocupado por su pueblo y competidoras directas de la sociedad civil con intereses socio-económicos.

El nexo común en estas 4 áreas es que están formadas por la lógica de cooptación y que dosifican a la vez que anulan las reivindicaciones colectivas. La agenda estatal se apropia de elementos que manejaba la sociedad civil. Y el gobierno convierte las demandas sociales en ofertas de reforma, manipulando la situación a su favor. Está lógica interpretativa del autor es válida para la situación actual.

Un último aspecto del artículo es la cuestión de la alternativa islámica. El hecho de que el concepto de sociedad civil sea exportado dificulta el que se puede concebir una sociedad civil religiosa. En Marruecos el Islam se manifiesta fundamentalmente por 4 vías. El islamismo moderado e interesado del gobierno. El partido Al Adl wal-Ihsan (Justicia y Libertad), que cuestiona la legitimidad de las organizaciones políticas. El Partido de la Justicia y el Desarrollo que entra en el juego institucional. Y, por último los grupos islámicos violentos. La existencia de estos grupos, en muchas ocasiones enfrentados, hace visible el conflicto en suelo marroquí entre lo laico y lo islámico, entre lo islámico violento y no-violento, valores compartidos y encontrados. Y básicamente el poder opositor que la sociedad civil islámica tiene. El autor remarca que no sería tanto el establecimiento de una democracia como el de un nuevo sistema de valores hegemónicos regulado verdaderamente por la Charia.

En todo caso, en las conclusiones se remarca el poder limitado de la sociedad civil para los cambios políticos dado el uso que hacen los gobiernos, la poca participación política de algunas asociaciones y algunos aspectos estructurales como es la alta tasa de analfabetismo. Sin embargo, en este artículo no se pone en relación el fenómeno de la sociedad civil con otras tradiciones asociativas más especificas de la región, sobre todo en zonas rurales (donde el fenómeno tribal es más patente).

3.     Poder i transició política en el món àrab

IZQUIERDO BRICHS, F. (2007) “Poder y transición política en el mundo árabe”. Awraq, XXIV pp. 149-192.

Según este artículo, los países árabes se enfrentan a grandes dificultades en sus transiciones, ya que dominar cada uno de estos Estados por medio de elecciones, supone controlar gran parte del capital. En el mundo árabe, las presiones populares comenzaron cuando los regímenes rentistas se debilitaron, ya fuera por la caída de los precios del petróleo o por la declinación de la capacidad de endeudamiento a la que se vieron sometidos; perdiendo legitimidad y persistencia. La disminución de la renta llevo a cabo un fuerte crecimiento de la movilización popular, con revueltas del pan y de fuerzas de la oposición. Las acciones de los regimenes ante estos hechos fueron la represión, así como también, el intento de cooptación y de reducir la presión con algunas modificaciones de liberalización política controlada. Un proceso democrático en un Estado rentista supone la eliminación de gran parte de las elites actuales y su sustitución por otras, por lo que se ha demostrado, que en los procesos electorales las elites islamistas tienen un alto porcentaje de ganar, poniendo de esta manera en peligro a las otras elites del país (triunfos en Argelia y Territorios Ocupados palestinos, Advertencias en Jordania, Egipto, Marruecos, etc.). Teniendo en cuenta esto, las élites actuales han tendido a privatizar los recursos más valorados para que ningún cambio de régimen pudiera quitarles de la mano el poder acumulado.

También se nos expone que la caída de la renta y la crisis económica dieron paso a una gran dependencia del exterior por parte de las corporaciones y de instituciones financieras. La fragilidad controladora del Estado comporta un aumento de la fuerza del capital como forma de acumulación del poder, y en consecuencia, privatización y liberalización económica. Estás dinámicas también fueron impulsadas por el interés de algunas élites, que descubrieron en el capital una gran ventaja para asegurar y mantener su poder, y así también poder conseguir un mejor lugar respecto a otras elites del régimen que tenían más dificultad para acceder al sector privado. Asimismo, la amenaza de la pérdida del poder ha derivado hacia las elites exteriores aliadas con estos regímenes, pues la derogación de sus dirigentes supondría transformaciones en las alianzas y pérdidas en las elites del Centro del sistema-mundo. Esto explica porque a pesar de la modificación democrática de muchos de estos países desde finales de los años noventa, las imposiciones desde Estados Unidos y Europa por el respeto de los derechos humanos y la democratización se haya reducido.

4.     Resumen del discurso de SM el Rey de Marruecos a la nación. (10 .03.2011)

Destacamos los puntos políticos más importantes. Empieza destacando el inicio de la siguiente etapa de “perfeccionamiento de nuestro destacado modelo democrático”, con la consiguiente profunda revisión constitucional que requiere.

Destaca la posibilidad de establecer la regionalizad avanzada, dando un paso hacia la posibilidad de articular regiones autónomas, que emana directamente de la voluntad popular, expresada a través de un referéndum constitucional.

En consecuencia, hemos decidido llevar a cabo una revisión global de la Constitución en base a siete principios fundamentales.

Primero, la consagración constitucional del carácter plural de la identidad marroquí unitaria, donde la lengua amazigh ocupa un lugar central en tanto que patrimonio de todos los marroquíes.

Segundo, consolidar el estado de derecho y de las instituciones, garantizando las libertades individuales y colectivas.

Tercero, hacer de la justicia un poder independiente.

Cuarto, reforzar el principio de la separación y equilibrio de los poderes a través de las siguientes actuaciones. a) Parlamento surgido de unas elecciones libres e imparciales en el que la cámara de diputados ocupa la primacía y con atribuciones de representación, legislación y control. b) Un gobierno elegido que obtiene la confianza, con la mayoría en la cámara de diputados. c) Nombrar un primer ministro presentado por el partido político que ha obtenido la mayoría. d) Reforzar la posición del primer ministro como presidente del poder ejecutivo efectivo y que asume totalmente la responsabilidad del gobierno.

Quinto, refuerzo del papel de los partidos políticos como oposición parlamentaria.

Sexto, reforzar los mecanismos de moralización de la vida pública

Séptimo, constitucionalizar los instrumentos de la buena gobernanta y de los derechos humanos.

Este proyecto de la nueva Constitución será presentado a un referéndum popular en el mes de junio.

“No quiero sino corregir aquello que pueda. No podré estar bien encauzado si no es por Dios en él me apoyo y a él me vuelvo (Sagrado Alcorán). El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias, sean con vosotros”.

5.     Los partidos políticos y la constitución en Marruecos.

Tras la independencia en 1956 y ante las pretensiones del partido Istiqlal (Partido de la Independencia / PI) de partido único, el Rey creó una Constitución a su medida reconociendo la representación parlamentaria pluripartidista. Así la monarquía se consolida con la atomización del movimiento nacionalista debido a las sucesivas escisiones del mismo. Es destacable esta Constitución en comparación con los países de su entorno que al acceder a la independencia optaron por sistemas de partido único: Argelia con el FLN o Túnez con el ND.

Desde la independencia, Marruecos ha conocido cinco Constituciones promulgadas en 1962, 1970, 1972 y 1996, y todas definen el régimen como una monarquía constitucional democrática y social.

La actual de 1966 se define como un sistema parlamentario bicameral con elecciones cada 5 años: La Cámara de Representantes, que elige 325 diputados por sufragio universal y la Cámara de Consejeros, elegida indirectamente por diversos organismos.

El Rey tiene poderes para nombrar y destituir al primer ministro, así como para disolver el Parlamento y revisar la Constitución.

Los principales partidos políticos:

·         Partidos legitimistas, identificados con la corona, MP (Movimiento Popular).
·         Partidos de la administración, cercanos a la monarquía, UC (Unión Constitucional) y RNI (Reagrupación Nacional Independiente).
·         Partidos de oposición nacionalista, PI (Partido de la Independencia/Istiqlal) y su escisión, USFP (Unión Socialista de Fuerzas Populares) reformista.
·         Partidos de izquierda, PPS (Partido de Progreso y Socialismo), antiguo partido comunista, legalizado en 1970.
·         Partidos islamistas, PJD (Partido de la Justicia y Desarrollo), moderado, y JC (Partido Justicia y Caridad), ilegalizado, es el más importante, crítico con la monarquía.

Resultados de las últimas elecciones del 2007. Se presentaron 33 partidos en competencia  y 19 entraron en el Parlamento. Barrera electoral del 6 %. Participación sólo del 37 % que indica la necesidad de reformas profundas para fomentar la participación ciudadana.

Escaños obtenidos:
PI=52,
PJD=47,
MP=41,
RNI=39,
USFP=38,
UC=17,
PPS=17
… así hasta 19 partidos.

El Rey nombra primer ministro a Abbas El Fassi, líder del PI que forma un gobierno de coalición con cuatro partidos: PI, USFP, PPS, y RNI, nombrando 34 ministros de los cuales siete son mujeres. No obstante, este hecho refleja la actitud del govierno de Marruecos hacia el exterior, pretendiendo mostrar una imagen moderna a occidente, que requiere densas capas de maquillaje. Este gesto implica una ratio de mujeres más próxima a la paridad que gran parte de países europeos, pero la realidad de la mujer en materia de igualdad es considerablemente distinta.

Como consecuencia de las revueltas de Túnez y Egipto, se produce en Marruecos el Movimiento del 20 de Febrero reclamando más democracia y reformas políticas. Ante esta situación en que peligra la continuidad de la monarquía, el Rey anuncia cambios profundos en la Constitución mediante un referéndum el próximo mes de Junio. Ver el informe sobre “el discurso del Rey “ del 10.03.2011.


6.     Relaciones internacionales de Marruecos

Marruecos forma parte de la mayoría de organismos internacionales relevantes, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Africano de Desarrollo y Banco Árabe para el Desarrollo económico en África.

Durante los últimos años, destaca el esfuerzo de apertura realizado por las autoridades económicas, plasmado en la firma de acuerdos comerciales de diversa índole con varios países, entre los que destaca, además del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE) de marzo 2000, los firmados en 2004 con los Estados Unidos, con los países signatarios del denominado Acuerdo de Agadir (Egipto, Jordania y Túnez), ambos ya en vigor.

Marruecos es miembro fundador de la UMA (Unión del Maghreb Árabe), organismo constituido en 1989 por Argelia, Túnez, Libia y Mauritania, con el objetivo de impulsar el desarrollo de una zona de intercambios económicos importantes, pero actualmente paralizada por problemas políticos.

Marruecos, también, es miembro del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) desde 1987 y organizó en 1994 en Marrakech, la reunión constitutiva de la OMC (Organización Mundial del Comercio) que sustituyó a los acuerdos del GATT, siendo miembro de esta Organización desde esta fecha.

Marruecos ha demostrado gran interés por desarrollar sus relaciones con su gran vecino del norte, la Unión Europea. En los últimos diez años, esta línea estratégica ha sido una constante de su política exterior. Tras el Acuerdo de Asociación con la UE de marzo 2000, Marruecos acordó con la UE en julio 2005 el Plan de Acción de la Política Europea de Vecindad. El 13 de octubre 2008, Marruecos consiguió un Estatuto Avanzado en sus reuniones con la UE, con el objetivo, “todo menos la adhesión”, con la voluntad de profundizar en la integración progresiva de Marruecos en el mercado interior europeo y la convergencia marroquí en las normas comunitarias.

En el marco estrictamente político, reivindica a España desde 1982 Ceuta y Melilla. Respecto al Sahara Occidental, rechaza cualquier solución que no sea convertirse en una región autónoma de Marruecos. En 1984 Marruecos abandonó la OUA (Organización para la Unidad  de África) en protesta por la admisión de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática), a propuesta de Argelia. Apoya a la OLP (Organización de Liberación Palestina)contra Israel, con la solución del establecimiento de Estado palestino independiente.

La tensión en las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Argelia ha estado siempre presentes y siempre ha tenido la cuestión del Sahara como telón de fondo. La principal causa radica en primer lugar, en la existencia de dos sistemas políticos divergentes, una monarquía conservadora en Marruecos y una república socialista árabe en el caso argelino. Por otro lado los desencuentros territoriales con el Sahara y el apoyo de Argelia al Frente Polisario, han dado lugar a dos enfrentamientos militares, el primero en 1963 por una delimitación de las fronteras coloniales y el segundo en 1963 con motivo del Sahara. Actualmente las fronteras respectivas están cerradas.


7.     Monarquia e islam político en marruecos

TOZY, M. (1999). Biblioteca del Islam contemporáneo. Ed. Bellaterra 2000.

Se trata de un ensayo sobre sociología política, que analiza las instituciones de un régimen singular, con una gran capacidad de supervivencia basada en su legitimación, con la figura central del monarca, líder político y religioso; el papel de las instituciones –majzen-, y el valor simbólico de la –baia-. Un régimen autocrático en el que aparecen rasgos de modernidad, capaz de gestionar la disidencia a través de una mezcla de represión e integración.

En la segunda parte de la obra se estudian los movimientos más importantes: ADL-WA-I-ISHAN y YAMAAT AL-ISLAH, así como el movimiento pietista AL-TABLIG, analizando sus orígenes, ideología, praxis política y sistemas de organización. Por tanto se estudia en una perspectiva religiosa del duelo Salafismo y Islamismo , dejando a un lado las disidencias morabíticas y sufí y las formas de religiosidad popular.
Con la lectura de este libro podemos obtener una visión más clara de cómo las instituciones políticas y sus decisiones pueden o no , satisfacer las expectativas de la población marroquí.


8.    Marruecos y Hassan II, un testimonio por A. Laroui.

Abdallah Laroui, historiador y profesor de la Universidad Mohamed V de Rabat nos muestra en el libro:” Marruecos y Hassan II, un testimonio,”  del que hemos realizado un comentario resumen, su compromiso político e historiográfico de la modernidad, a través de su gran sentido crítico.

Antes de pasar directamente al comentario de esta obra, resumiremos someramente las opiniones que Laroui ha hecho a diversos medios de comunicación internacionales sobre el momento político actual.

Para Mohamed VI, los integristas son un enemigo conocido.

Las revoluciones árabes han sido movimientos populares masivos de carácter esencialmente laico, el integrismo islámico ha sido minoritario. La gente que se lanzo a la calle desafiando todos los peligros prescindió de los integristas y del terrorismo.

Pero en Marruecos después de las protestas masivas todo parece volver a a normalidad. Cuando Mohamed V, abuelo del monarca actual, fue destronado por los franceses, se convirtió en un ídolo de masas. Pero a la llegada de la independencia, estableció una Monarquía absoluta que sigue actualmente, pero con una fachada democrática y constitucional.

Laroui opina: que la supuesta veneración y respeto de los marroquíes por su rey, es una ficción instaurada por decreto, sostenida por una represión implacable y sistemática.

Marruecos pese su independencia a prosperado de una manera desigual. Las regiones rurales siguen siendo míseras. Las tasas de analfabetismo 32% hombres, y 55% mujeres, son de las mas altas del mundo islámico,  (se pueden comparar con las de Pakistán y Yemen).

En las ciudades los barrios de chabolas con gente procedente del mundo rural, no encuentra trabajo. El país no se ha industrializado y la población se ve obligada a emigrar.

Mientras tanto el Rey controla la economía a través del Holding Ómnium Norte Africano, acumulando una inmensa fortuna personal.

Muchos terroristas marroquíes han surgido de entre estos cinturones urbanos de miseria.

Tras doce años de reinado, el pueblo no espera nada del Rey alauita.

Por último concluimos después de la lectura de la prensa internacional en que los analistas apuntan que la monarquía marroquí es la que tiene más posibilidades de sobrevivir, siempre que haga las reformas necesarias y de una manera rápida.

Comentario resumen de la obra de Abdallah Laroui  “MARRUECOS y HASSAN II un testimonio.”

LAROUI, A. (2010) MARRUECOS Y HASSAN II, un testimonio. Ed. Siglo XXI

Esta publicación no es propiamente un libro de historia, ni de memorias sino un conjunto de reflexiones sobre si mismo, sobre su tiempo y sobre el Reinado de Hassan II con una revisión del pasado.

Estructurado en 14 capítulos, centrado cada uno en un momento personal de la vida de Laroui, asociado a una ciudad y a una fecha clave, ligada a acontecimientos de la historia de su país.

Comienza a finales de julio 1999, con la muerte de Hassan II, reflexionando por los primeros pasos de su heredero; una ocasión perdida dirá para instaurar una monarquía constitucional.

El autor dice: que el pueblo marroquí habría aceptado mayoritariamente innovaciones y cambios, que el monarca sofocado por el peso de la tradición no escogió.

Los cambios en Marruecos chocan con un sentido de la vida casi supersticioso,en el que atentar contra la tradición, es tentar al destino.

Habla de las figuras enfrentadas de Hassan II y el líder de la izquierda Mehdi Ben Barka, cada cual con su propia legitimidad, la del pueblo y la de la historia.
A la muerte de Mohamed  V, 1961, hay una choque entre los que creían que el país se dirigiría hacia una modernidad inseparable del compromiso nacionalista.

A lo largo de la obra Laroui contrapone dos facetas de la personalidad de Hassan II: La de ZAÍM ( jefe de fila, patrón con rasgos de caudillo) ;y la de Rey.
Nos habla del asesinato de Ben Barka en Paris y, va desgranando acontecimientos cronológicamente narrados: Septiembre Negro, la muerte de Naser, golpe de estado fracasado en Skhirat…

En otro capitulo nos habla de Argel 1972, con una imagen de Argelia  cerrada y sombría.

El tema del Sáhara permite el rey mantener viva la amenaza exterior, lo que le permite justificar el incumplimiento del pacto con la oposición para la democratización.   

Los últimos capítulos corresponden a la década reformista de Hassan II, Laroui describe las contradicciones de la oposición, que no logra imponerse al monarca.

Se le pide a Laroui que participe en la defensa de la nueva constitución, pero es vetado. Aspiraba a una monarquía realmente parlamentaria en contra de los que esconden sus intereses detrás de las tradiciones del país.
En los capítulos finales se refiere al año de la muerte de Hassan II y plantea la necesidad de un cambio de mentalidades.

Concluye Laroui que no es mas importante juzgar el pasado, que mirar hacia a delante, en todas las tareas a realizar.

En la personalidad de Hassan II, no es tanto lo que hizo, como lo que no había hacho, creyendo que no tenía que hacerlo.

Laroui nos dice: es preciso que el magrebí se reconcilie consigo mismo y, con sus hermanos para después hacerlo con su tiempo y su terruño.

Resalta el miedo colectivo al cambio pese al discurso oficial. Es preciso, dice, un pacto que sitúe la monarquía en un plano de lo valores, en la que lo cotidiano sea competencia del gobierno controlado por el Parlamento en el marco de una nueva cultura de Estado de  Derecho.

La defensa a ultranza de la “especificidad marroquí”, los no dichos, la costumbre, la gerontocracia, el besamanos, la atomización de los partidos, la insalubridad… es para Laroui paralizante.


9.     La monarquia en Marruecos

Si queremos entender el funcionamiento de la monarquía y sus especiales características; este breve articulo nos lo puede aclarar.

La monarquía marroquí no sólo es una institución clave en el sistema político marroquí, sino que también  lo es en el sistema religioso.

El antropólogo Clifford Geertz, en su libro “Observando el Islam” nos describe como la monarquía combina dentro de sí las dos mayores tradiciones de legitimidad política en el Islam: el Autocrático y el Constitucionalista.

El hecho de gobernar  es contemplado como una propiedad orgánica, instalada en la persona del gobernante, o bien otorgada de una manera oculta y complicada por la población que él gobierna.

En Marruecos se dan estos dos conceptos: el rey marroquí  ha sido en si mismo tradicionalmente un hombre fetiche, un hombre rebosante de carisma tanto hereditario como personal. Su legitimidad, su derecho moral a la autoridad, procedía de ser un jerife alamita, y de ser considerado por los adeptos religiosos en torno al trono, el miembro de la familia gobernante espiritualmente mas digno de ocupar el cargo.

Es el líder religioso oficial del país, la suprema expresión de la santidad descendiente del Profeta.

Es un miembro de la dinastía alauí que ha estado gobernando Marruecos desde hace 350 años reclamando una descendencia directa al profeta Mahoma.

Se observa pues que en esta monarquía semiconstitucional – el rey crea una constitución a su medida, con representación parlamentaria pluripartidista y define el régimen como una monarquía constitucional democrática y social – que el rey tiene siempre la última palabra -ya que se reserva el derecho de nombrar y destituir al primer ministro, disolver el Parlamento y revisar la Constitución a su medida, es decir tiene amplios poderes.

Cuando Mohamed VI llego al trono en 1999, se embarco en un programa de reformas: cambios en las leyes de divorcio y matrimonio, comisión para investigar abusos de los derechos humanos, corrupción.

A raíz del atentado en Casablanca en el 2003 hay un retroceso en  las libertades. El terrorismo sirve de justificación para controlar a la población, con detenciones preventivas, intervención telefónica etc.

Actualmente nos encontramos en Marruecos con una población joven, la mayoría esta desempleada, hay una falta de adecuación entre la enseñanza superior y lo que demanda el mercado. La corrupción esta a la orden del día y la monarquía es una cleptocracia.

El 20 de febrero 56 ciudades marroquís se manifestaron, el día del orgullo, demandando la renuncia del gobierno, la disolución del Parlamento y una reforma constitucional que limite el poder del monarca.

Ante la situación en que peligra la monarquía, el rey ha anunciado cambios profundos en la constitución con un referéndum el próximo mes de julio.


10.            Els processos electorals com a indicador de la democratització del sistema polític marroquí

SZMOLKA VIDA, I. (2001-2005) “Los procesos electorales como indicador de la democratización del sistema político marroquí: su imagen en la prensa española”. Awraq, XXII pp. 351-391.

en este trabajo se estudia la apreciación de los procesos electorales como señal del nivel de democratización del sistema político marroquí por medio de la prensa española, concretamente, del diario El País, que ha prestado gran atención a las consultas electorales celebradas en Marruecos. Por esta razón, se ha teniendo en cuenta informativamente cada una de las fases del proceso electoral, abarcando su convocatoria, la precampaña y la campaña, entre el período de 1984 y 1997: las legislativas de 1894, 1993 y 1997, así como también, las locales de 1992 y 1997. Además, se incluyen los últimos comicios generales celebrados el 27 de septiembre de 2002.

La perspectiva general que el diario español aporta sobre las elecciones en Marruecos pone en duda el carácter democrático del sistema político marroquí. Este hecho es debido a las particularidades que se inscriben en los procesos electorales en Marruecos. En primer lugar, su subordinación de la voluntad arbitraria del Rey, sobre si se tiene en cuenta a su convocatoria. Por lo tanto, esto conlleva a que las elecciones se realicen con una periodicidad irregular, lo que provoca un ambiente de desasosiego y de provisionalidad de las instituciones democráticas. En segundo lugar, la presencia de irregularidades y fraudes electorales realizados por la administración (aunque también son llevados acabo por los propios partidos y candidatos) supone una gran desconfianza al sentido democrático de las elecciones y del propio sistema político. Estas anomalías electorales son uno de los temas más importantes sobre las informaciones y opiniones publicadas por El País, especialmente en referencia con las elecciones anteriores a 2002. No obstante, en los últimos comicios, el retraso del Ministerio del interior en publicar los datos de participación y los resultados decisivos produjo una desconfianza en la veracidad de los mismos, sobre todo en relación con los escaños ganados por el islamista PJD. En tercer lugar, la competencia que los procesos electorales tienen en el sistema político marroquí, tampoco son apreciados como propios de los sistemas democráticos. Según este diario, las elecciones marroquíes, más que tener por finalidad la legitimación de un sistema político a través del libre juego democrático y la competencia electoral, conforman un instrumento al servicio del poder, un medio para salir de una situación de impase político, en donde la monarquía ha decidido llevar a cabo procesos de liberalización basados en la integración de las fuerzas políticas por medio de la transformación de las instituciones representativas, reformas constitucionales o amnistías políticas. Con este hecho lo que se intenta es dotar de seguridad la propia supervivencia del régimen monárquico, que conllevan a pensar en un déficit democrático en Marruecos.

El Rey Mohamed VI escucha el sermón
en la mezquita antes de los incidentes.
EL PAÍS. 21.05.2001
En resumidas cuentas, este proceso de liberalización entra en concordancia con la lógica por la que ha optando el rey Mohamed VI tras la primera árabe y la presión popular de diversas manifestaciones comenzadas a partir del pasado 20 de febrero.  Se trata de una acción reformista por la cual también han apostado Argelia, Jordania y Arabia Saudí, en contra de la vía represora por la que han optado Libia, Siria, Yemen y Bahréin, que consiste en la reforma de la constitución, promulgada en 1996, cuyo artículo 19 otorga al rey un poder casi absoluto. La iniciativa verdadera busca reforzar el poder del primer ministro y del Gobierno en su conjunto. Su jefe será nombrado (por el rey) en el seno del partido que gane las elecciones; además será el jefe del poder Ejecutivo y tendrá plena responsabilidad sobre el Gobierno y la Administración Pública. También se puede deducir, que el rey no nombrará ya a su antojo al primer ministro (artículo 24), sin necesidad de que haya pasado por las urnas. Los ministros, propuestos por el jefe del ejecutivo, son nombrados por el rey, que puede destituirlos en cualquier momento. También, renuncia a designar los ministros de soberanía que ostentan cuatro carteras claves Interior, Asuntos Exteriores, Justicia y Asuntos Religiosos (todos ellos rinden cuentas al monarca y no al primer ministro). Según lo anunciado, la nueva constitución otorgará la facultad de formar gobierno al partido más votado en las elecciones legislativas. Asimismo, el rey ha recalcado que el Parlamento, emanara de elecciones libres y sinceras, dando a entender que no todas las legislativas lo han sido hasta ahora. Las competencias de la Cámara baja se incrementarán, se consolidará el papel de los partidos políticos y se vigorizará el estatuto de la oposición parlamentaria. La justicia marroquí se convertirá en un poder independiente, prometió el monarca reconociendo implícitamente que hasta ahora no lo ha sido.  Por otra parte, Mohamed VI no ha aclarado, si seguirá siendo, tal y como lo estipula la actual Constitución, el “Comendador de los Creyentes, representante supremo de la nación, símbolo de su unidad, garante de la perennidad y continuidad del estado”; es decir, el jefe espiritual de los musulmanes marroquíes. El principal movimiento islamista, Justicia y Espiritualidad, rehúsa reconocerle ese título y ese es el principal escollo para su legalización.




11.  Ambiciones y reformas en Marruecos

PLANET, A. (1998) Marruecos en el umbral del s.XXI. Ambiciones y grandes reformas. Awraq, XIX pp. 307-317.

En este texto se presentará la síntesis de las Jornadas Internacionales celebradas en Madrid el 13 y 14 de Octubre de 1998 y organizadas por Instituto Complutense de Estudios Internacionales, el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Agencia Española de Cooperación Internacional, el Instituto Cooperación con el Mundo Árabe, el Mediterráneo y los Países Árabes y el Comité Averroes. A pesar del año de las Jornadas, es interesante para poder analizar mejor Marruecos en el contexto de revoluciones populares actuales en la región.
Dos ejes de discusión: nuevos factores de la política marroquí y desafíos para su economía.

Marruecos presenta una gran variedad, de lenguas, regiones, niveles de formación, formas de entender el Islam y también diferentes voces que explican las reformas políticas que se están produciendo.

Omar Azziman, Ministro de Justicia, hace una retrospectiva de la constitución desde la independencia (1962). Para el ministro, el balance de los programas gubernamentales es positivo (superando incluso en ocasiones las exigencias de las organizaciones de derechos humanos), atendiendo a las demandas de democratización del pueblo, creación de nuevos órganos consultivos, cambios en el ordenamiento jurídico (el más importante en el código de familia) y en materia de derechos humanos. Todo con la colaboración del monarca.

Khalid Naciri ve una doble legitimidad del poder en Marruecos, histórica (el Rey) y contemporánea (la democracia).

Antonio López García, profesor y director del Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos de la Universidad Autónoma de Madrid, ve en Marruecos una transición política (negociación de fuerzas, sobre todo entre trono y oposición, lucha por la libertad y antiguo régimen en instituciones concretas).

Se da un debate sobre la conquista del espacio público y los medios de comunicación donde Faisal el-Kahtib (Comité Consultivo de Derechos Humanos) destaca que no se pueden valorar las reformas acontecidas fuera de los parámetros propios del país. Cada democracia reparte sus poderes de diferente forma.

Domingo del Pino (periodista) reconoce la visión externa de inmovilismo del país.

Fathallah Oualalou, ministro de Economía y Finanzas, detalla las dificultades estructurales (déficit social, desempleo, subdesempleo, diferencias regionales, disparidad campo/ciudad, ámbito exterior. Y en especial relación la con Unión Europea que mantiene un discurso de generosidad y ayuda que no cumple. Propone soluciones. Y coincide con Farid Dellero (Banco Nacional de Desarrollo Económico) en una mayor intervención de la iniciativa privada.

De este resumen destaca el uso de concepciones occidentales en realidades no occidentales (capitalismo por ejemplo), a pesar de que algunas voces alertan sobre los peligros de hacerlo.


12. Remontando en el pasado

ARAWI ABD ALLAH, (1994). Marruecos: Islam y nacionalismo: ensayos, Mapfre, S.A. (ed). Madrid, 323 págs.

“El Islam se puede considerar bien una religión, bien una cultura”

Creemos necesario y para poder introducir el tema del Islam, crear una línea cronológica de las diferentes etapas religiosas en Marruecos. O mejor dicho, para poder comprender la relación, y cómo las creencias religiosas se interfieren y juegan un papel en las actuales revueltas del mundo árabe. No obstante, sólo me limitare en Marruecos. A partir de esta obra podemos crear un esquema evolutivo formado por cinco etapas. Son: el patrimonio religioso preislámico, periodo árabe, periodo bereber, el Islam de las zagüías (es decir, de las ermitas en que se halla la tumba de un santón.), y por último, el Islam salafi.

El pasado marroquí se conoce gracias a los relatos de tipo local en forma oral o popular, o también está el relato escrito que es el oficial o majzení. No obstante, existen tres tipos más de relatos condicionados por su contexto: el relato colonial con la mirada de los europeos; el relato nacionalista; y en último lugar, el relato contemporáneo e universal.

M. Gharbi / M. Posadas.- Tánger


13.            ¿¡La fe está en crisis!?

GEERTZ, Clifford. (1994) Observando el Islam: el desarrollo religioso en Marruecos e Indonesia. Paidós. Barcelona,

En esta obra el autor pretender construir una comparación, a partir del desarrollo histórico de dos sociedades de la civilización Islámica. Por un lado, Marruecos, y por el otro, Indonesia. Geertz influenciado por la sociología de Max Weber atribuye ciertas crisis del Islam a determinados contextos sociales. Creo vital definir la concepción de religión para Geertz, ya que es la base de su obra. Para el autor la función principal de la religión es establecer un sistema de significados a los acontecimientos que no podemos comprender. Ya sea, el dolor, el sufrimiento, la muerte… En general, es todo aquello que no podemos entender por nuestros sentidos. Por esta razón, necesitamos explicaciones trascendentales que nos expliquen aquello que no podemos por nosotros mismos.

La tradición Islámica en Marruecos se remonta al siglo séptimo, cincuenta años después de la muerte de Mahoma. El autor afirma que la islamización ha sido un proceso ambivalente. Ya que pretendía la inserción de unas creencias y credo universal al ámbito local. Y al mismo tiempo, ha querido mantener la identidad del islam no solo como religión sino como una guía y camino a seguir las profecías de Mahoma.

No obstante, y desde entonces se ha visto sumergida en diferentes procesos de cambio o de crisis por la supervivencia. En primer lugar, y el cual marcó un gran punto de inflexión fue la llega de los franceses, y la conversión de Marruecos en parte de su estrategia colonial. Los colonos diferenciaron dos Marruecos diferentes, el útil y el inútil. La parte útil del territorio albergaba todas las llanuras costeras. Y fue el lugar dónde se crearon las grandes ciudades. Las cuales provocaron una diferenciación social, ya que se dividió la sociedad entre los de dentro y los de fuera de los muros. Sin embargo, en los días que el autor escribió esta obra, detectó otro punto inestable de la sociedad marroquí y del Islam en Marruecos. Tal y como decía Weber, la sociedad se encuentra en un “desencantamiento del mundo”. Puesto que, en el siglo pasado, y aun nos seguimos encontrando, en un estado de consumismo y de globalización que caracteriza el ser humano y sus relaciones. Ambas tendencias llevaron a Marruecos a una crisis. Caracterizado por la individualización y el multiculturalismo. La fe religiosa se volvió inestable ya que no pudo llegar, es decir, le faltaron medios para llegar a todos los extractos, vivencias y experiencias de toda la población. Este hecho, causó una frustración vital y una crisis de valores entre los marroquís.

A medida que en Marruecos ha ido avanzando y modificando las percepciones de la vida, el islam se ha visto en un estado de tensión y de crisis. Puesto que ha chocado lo que el Corán revela con lo que la tradición suní cree, y al mismo tiempo, con lo que los hombres musulmanes creen que es la práctica. Por tanto, en estos últimos tiempos el islam tiene la dificultad de penetrar y transmitir la fe. Ya que las experiencias individuales no son homogéneas, y además,  existe una juventud occidentalizada. “la religiosidad es un fenómeno social, cultural y psicológico (esto es humano) la religiosidad no es simplemente saber la verdad, o lo que se confunde con ella; es el hecho de englobarla, vivirla y entregarse a ella por entero” pg. 34


14.            El atentado en el Café Argana de Marrakech. 28 de Abril 2011

El pasado 28 de Abril, la ciudad de Marrakech se vio aturdida por lo que en primera estancia pareció la explosión de un hombre bomba en pleno centro turístico. No obstante, tras muchas teorías especulativas sobre cuál había sido el origen y el motivo de la explosión, se barajó la posibilidad de que fuera culpa de Al-Qaeda. O por el contrario, que fuese el propio monarca para persuadir las revueltas. Después de las investigaciones, se llegó a la conclusión que fue la banda terrorista Al-Qaeda quienes instalaron una bomba a distancia en el anclaje turístico. No obstante, la banda terrorista negó su implicación.
A continuación expondré artículos de diferente origen que hablan y opinan sobre lo ocurrido. También, y creo que es importante la información que se transmite a partir de los telediarios, tanto de occidente como de el próximo oriente.

 “I de cop, un sanguinari atemptat terrorista el 28 d’abril en un cafè de la plaça de Yamaa el Fna de Marràqueix provoca una quinzena de morts i dispara totes les alarmes. Un atemptat que pot venir tant dels sectors de l’integrisme islàmic, totalment descol·locats i absents del procés de mobilitzacions, amb ànim de recuperar la centralitat informativa, condicionar les dinàmiques d’obertura i canvi social i provocar un increment de la repressió. O que també, pot venir de sectors dels lobbies del poder que no volen que s’avanci en les reformes i que esperen provocar el caos i l’alarma com eines per aturar les mobilitzacions i els canvis i reclamar el reforçament del poder en clau autoritària. Un atemptat que recorda l’estratègia de la tensió portada a terme pels sectors de l’extrema dreta i els serveis secrets a la Itàlia i l’Espanya dels anys 70 del segle XX per tal de sembrar el caos i aturar els processos de lluita i transformació social. Esperem que malgrat tot, la mobilització i la lluita pel canvi social continuïn al Marroc. I el nostre suport és no sols necessari sinó imprescindible.”Fuente: Joan M. Rosich, afiliat a CGT Baix Camp. http://www.cgtcatalunya.cat/spip.php?article5370

Quince muertos en un atentado en Marrakech, diez de ellos extranjeros. La deflagración se ha producido en la cafetería Argana, situada en la turística plaza Yemaa el Fna. Seis de los fallecidos son de nacionalidad francesa”. Más adalente nos aporta un detalle interesante: “La plaza de Yemaa el Fna, declarada patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco en el 2001, es el lugar más turístico de la ciudad de Marrakech.” Fuente: http://www.lavanguardia.com/internacional/20110428/54146581133/quince-muertos-en-un-atentado-en-marrakech-diez-de-ellos-extranjeros.html


(Plaza Jamaa el-Fna, Marrakech)

(Restaurante Argna, Marrakech después de la explosión)

“Marocco on the Eve of the Demonstrations. The movement began to garner wider attention when it released the YouTube video, posted here by Sinan Antoon on the 16th, in which a number of Moroccans state the reasons for which they’ll participate in the demonstrations; among other things, they’re calling for an end to corruption, better education, accessible health care, improvements in workers’ rights, the abolishment of the shantytowns, an end to police brutality, a new constitution, and a solution to ever-increasing inflation. A second video was released shortly thereafter, specific to Marrakech, under the title shabāb 20 fabrāyir mawqi‘ marrākush, in which the demands are similar with a few additions, like the call for an independent judiciary and, notably, an end to the sex tourism particularly endemic in certain Moroccan cities, Marrakech undoubtedly one of the most beset.” Fuente:
http://www.jadaliyya.com/pages/index/676/morocco-on-the-eve-of-the-demonstrations

“The three suspects in the bombing of the Argana cafe in the popular Jamaa el-Fnaa square last week were all Moroccans, the country's official news agency reported. Police said the main suspect in the blast, the country's deadliest for eight years, was "loyal" to al-Qaida.” Fuente:
http://www.guardian.co.uk/world/2011/may/05/marrakech-bombing-three-arrested

“Morocco arrested three suspects in the April 28 bombing of a Marrakesh cafe frequented by tourists, and linked one to al-Qaeda.”. A continuación: “The attack, which left 21 people injured, struck at the heart of Morocco's tourism industry, which accounts for almost 10 percent of gross domestic product. It was the deadliest in Morocco since 2003, when suicide bombers simultaneously struck five sites in Casablanca, killing more than 40 people and wounding at least 100.The leading suspect had also made several attempts to travel to Iraq and Chechnya, the ministry statement said. He learned how to make explosives on the internet and developed two remotely controlled explosive devices before entering the cafe disguised as a tourist, it said. He had for weeks monitored the site of the attack "persistently and in cold blood," Naciri said.” Fuente:
http://www.sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?f=/g/a/2011/05/05/bloomberg1376-LKRN5P1A74E901-4GP62N9UIKSGBUAPJ9ONQ973GL.DTL


Uno de los hechos problemáticos de la cuestión, es la coincidencia de la muerte de Bin Laden, el presunto líder de la banda terrorista, justo días después de la explosión.

“El ministro de AA EE francés, tras una comprobación de urgencia, declaró que la autoría del atentado era de Al Qaeda y que sus autores materiales e ideológicos pagarían las consecuencias, porque las autoridades marroquíes había avanzado mucho en las pesquisas para localizarlos. Ratificando lo manifestado por el ministro francés, la policía de Mohamed VI también señaló a los esbirros de Bin Laden como autores del atentado: «Tendrán nuestra respuesta». Al Qaeda, demostrando un temor y nerviosismo hasta entonces desconocido, negó cualquier vínculo con el atentado. Marruecos sabe mucho de Al Qaeda.” Fuente:
http://www.hoy.es/v/20110514/opinion/punto-punto-punto-20110514.html


¿Qué papel y qué opinion tiene Occidente?

“International condemnation
France condemned the blast as being "cruel and cowardly" and confirmed there were French casualties.
Nicolas Sarkozy, the French president, learnt "with consternation of the terrorist attack," his office said in a statement.
"He condemns with the greatest firmness this odious, cruel and cowardly act that has caused many casualties, including French citizens," it said.
Alain Juppe, the French foreign minister, criticised "this barbaric terrorist attack that nothing can justify", calling in a statement for "all light to be shed on this revolting crime, for those responsible to be found, tried and punished".
Asked whether there was any current threat against French citizens in its former North African protectorate, Henri Guaino, Sarkozy's adviser, said France "had nothing in particular to fear in Morocco at the moment".
"Terrorism is something that we always fear... that reminds us to be extremely vigilant against this terrifying phenomenon," Guaino told RTL radio.
US Secretary of State Hillary Clinton said that "the United States condemns in the strongest terms today's terrorist attack that killed and injured innocent people at a cafe in Marrakech, Morocco. We extend our deepest sympathies to the victims of this cowardly attack and stand with the people of Morocco at this difficult time."
Germany, which said none of its citizens had been hit, urged that the attack "must not lead to the reform process that has been initiated in Morocco being undermined."
The Argana cafe is a popular spot with tourists and ranks 21 on the Lonely Planet’s online list of 'things to do in Marrakesh'.
"One of the few cafes where you'll compete with locals for elbow room and a spectacular view of the [Jamaa el-Fna] at sunset, when the restaurant stalls set up shop and the belly dancers begin to wriggle," the travel guide writes.
If confirmed as a terror attack, Thursday's blast in Morocco would be the fourth such attack since 2003 when suicide bombers set off at least five explosions in Casablanca, killing 45 people, including 13 bombers. 

In 2007, a series of suicide attacks took place in Casablanca between March and April, including an attack on the US diplomatic offices on April 14.”

“El Rey Juan Carlos I de España se encuentra de visita privada en Marrakech, una semana después del trágico atentado en el café Argana. Medios marroquíes se han hecho eco de la visita del soberano español, que se interpreta como un respaldo al país magrebí después del atentado contra su principal centro turístico.” Fuente: http://www.lavanguardia.com/politica/20110505/54149548320/el-rey-juan-carlos-visita-marrakech-una-semana-despues-del-atentado.html


Nos parece significante visionar lo ocurrido a partir de dos explicaciones con diferente origen.

1.إنفجار مقهى أركانة بمراكش http://www.youtube.com/watch?v=9L9B1OG6_JE

2. BBC WORLD NEWS: Bomb attack in Morocco Marrakech



15.            Procesos electorales en regímenes políticos no democráticos

ÁLVAREZ-OSSORIO, Ignacio; ZACCARA, Luciano (coords.) (2009) Elecciones sin elección. Procesos electorales en Oriente Medio y el Magreb. Guadarrama: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo.

PAREJO FERNÁNDEZ, Mª Angustias (2010) Entre el autoritarismo y la democracia: los procesos electorales en el Magreb. Barcelona. Bellaterra (Reseñas en el nº de 2010 de la revista Awraq, por Dieter Nohlen)

Ambos libros tratan sobre la función de los procesos electorales en regímenes políticos que no pueden ser entendidos como democracia. El primero abarca países agrupados en tres bloques: Oriente Medio no árabe (Irán, Turquía e Israel), Oriente Medio Árabe (Territorios Palestinos Ocupados, Egipto, Líbano y Yemen) y Magreb (Marruecos y Argelia). Es el resumen de un taller de investigación de la Universidad de Alicante y la Autónoma de Madrid.

El segundo estudia los aspectos políticos y electorales del Magreb (Mauritania, Argelia,Túnez, Libia y sobre todo Marruecos) y en otro apartado las relaciones migratorias España-Marruecos.

En los dos se aborda la problemática de aplicar conceptos occidentales a otros contextos. Especialmente en el primero. Se pone en duda el modelo occidental como instrumento analítico, que describe las elecciones árabes como lo contrario a democráticas., es decir, no competitivas, no honestas y no libres.

Se proponen 4 categorías que no pueden ser tomadas como estables en el tiempo: elecciones competitivas, semicompetitivas, no competitivas y sin elecciones. Con estas nuevas categorías de análisis, se ve que en muchos de los países estudiados, las elecciones son semicompetitivas. Este tipo de elecciones cumplen su función al conducir al poder a adaptarse a nuevas exigencias. Los regímenes autoritarios tampoco son estáticos, cambian sin renunciar a su status quo. Se distinguen contextos en que se da “ambiente autoritario” y “regímenes autoritarios”. En los primeros, las elecciones sirven para propiciar cambios, en los segundos, es una forma de estabilizar el poder, interviniendo sobre las elecciones e, incluso, añadiendo fuerzas opositoras. Así las elecciones pueden tener en estos contextos esta doble función: apertura al cambio o estabilización de los regímenes.

Desde perspectivas occidentales no se cree que valores como el pluralismo, la tolerancia, la alternancia y los derechos humanos (necesarios para una democracia) puedan darse en regímenes islamistas. Pero no hay ninguna tendencia comprobable antidemocrática del Islam.

Los cambios hacia mayor participación y pluralismo en los contextos estudiados no necesariamente van hacia la aceptación de la dominación occidental, pero sí se da un ambiguo proceso de imitación a la vez que rechazo a ciertos valores considerados no áraboislámicos.


16.  Democratización y desarrollo en el Magreb y Oriente Medio

GONZÁLEZ DEL MIÑO, P. “Democratización y desarrollo en el Magreb y Oriente Medio. Las iniciativas de los actores internacionales como estrategia de fortalecimiento del nuevo regionalismo internacional”, Awraq, XXIV (2007): 107-149.

El artículo se basa en la relación entre democratización y desarrollo en Magreb y Oriente Medio, a partir de dos propuestas externas, una desde la Conferencia Euromediterránea de Barcelona (dentro del Nuevo Regionalismo Internacional de la Unión Europea) y la otra desde Estados Unidos. La autora adopta una metodología multidisciplinar y usa la teoría del Linkage, análisis sistémico para el estudio de las Relaciones Internacionales.

Ni Occidente ni Oriente son categorías estancas ni claras. Sin embargo, es una división que sigue vigente. La falta de democracia es uno de los elementos distintivos y que repercute en el escenario mundial. Además se da una falsa asociación Islam/imposibilidad democracia, escuidando cómo ha irrumpido el concepto de democracia y cómo ha sido instrumentalizado por los regímenes políticos locales. Pero el Islam permite construcciones políticas también. Abdelfattah Amor distingue tres tipos: subordinados a la Sharia, inspirados en ella o liberados de ella.

El fracaso desarrollista de estas regiones en parte se debe a que los modelos económicos se han subordinado a intereses políticos, básicamente a la legitimización de las élites. Los Estados árabo-mulsumanes fueron creados artificialmente después de las colonizaciones, imponiéndose élites gobernantes autocráticas herederas de los colonos, que frenaron la democratización, no  cumpliéndose los indicadores del Indice de Desarrollo Democrático: participación política, sufragio universal, preeminencia de la ley, promoción de la sociedad civil, derechos humanos...). La autora piensa que en la posible democratización de estas regiones los factores internacionales tendrían una influencia básicamente en la fase de consolidación. Lo que resulta interesante aplicado a las actuales revoluciones, con el papel de los medios de comunicación en su inicio y la duda abierta aún sobre qué actitud debe tomar el resto de la comunidad internacional ante la situación actual (con las particularidades de cada país). De igual modo la democracia no puede por si sola solucionar problemas socioeconómicos.

La idea de democracia liberal en el mundo árabe y musulmán es sinónimo de dominio por parte de occidente, por lo que se contempla con una suspicacia (justificada). Además de que algunos sectores musulmanes motivan su acción en reacción a la islamofobia. Pero Islam no es contrario a democracia, aunque sí plantea una ampliación del término, como mínimo en el sentido de que religión y Estado tienen una relación declarada. Esa evidencia se ha visto alterada por la politización del Islam. Pero la sharia no está asociada al origen del poder, sino  a la forma en que se ejerce (a parir de la shura, consulta). Marruecos es un ejemplo de cómo el Estado se apodera de una visión del Islam (oficial) permitiendo que existan otras formas pero siendo la suya la dominante.

Se llama Islamismo a el Islam militante, donde se da esa confluencia religión/política, aparece como una alternativa ante los regímenes (debido a la frustración de sus promesas incumplidas) y contiene una búsqueda o una recuperación de la identidad. No todo el islamismo es radical, también hay líneas más moderadas, que más bien son las más frecuentes.

El desarrollo económico no desestabiliza el autoritarismo y  tiene un resultado limitado debido a ciertos déficits: en la gobernanza, libertad, conocimiento y libertad de las mujeres. Los países árabes se han quedado atrás en el proceso de globalización, sin llegar a economías productivas, basadas en las nuevas tecnologías, industria o servicios. Se dan altas tasas de crecimiento de la población, altas demandas sociales e inestabilidad política. Los gobiernos frenan el desarrollo del sector privado y la participación de la sociedad civil.

Tanto las propuestas de la UE como de EEUU para el desarrollo económico demandan reformas democráticas. Están en contra del islamismo radical, pero cómo sabemos a interpretación del radicalismo es subjetiva, prefieren que se mantengan las autocracias a que impere el fundamentalismo.

En el caso de la UE los escasos avances en la liberalización del comercio, los recelos en la inversión externa y el modelo imperante de relación asimétrica y unidireccional, no han permitido que las relaciones se traduzcan en mejoras significativas.

Respecto al proyecto del Gran Oriente Medio de la administración Bush, basada en importar los valores democráticos norteamericanos, o sea en un imperialismo democrático -(según la autora- los objetivos geoestratégicos y económicos (el apreciado crudo cuyo consumo Bush asoció a la estabilidad nacional) son evidentes. Para Estados Unidos los obstáculos son: falta de libertad, inexistencia de una sociedad de conocimiento (tesis por cierto bastante evolucionista), deficiencia de estructuras económicas y escasez de producción. Desde este proyecto no es tan importante derrocar a las élites, más bien se contempla colaborar con ellas (con lo que se entiende su probabilidad de éxito).


17. Relaciones internacionales de Marruecos

Marruecos forma parte de la mayoría de organismos internacionales relevantes, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Africano de Desarrollo y Banco Árabe para el Desarrollo económico en África.

Durante los últimos años, destaca el esfuerzo de apertura realizado por las autoridades económicas, plasmado en la firma de acuerdos comerciales de diversa índole con varios países, entre los que destaca, además del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE) de marzo 2000, los firmados en 2004 con los Estados Unidos, con los países signatarios del denominado Acuerdo de Agadir (Egipto, Jordania y Túnez), ambos ya en vigor.

Marruecos es miembro fundador de la UMA (Unión del Maghreb Árabe), organismo constituido en 1989 por Argelia, Túnez, Libia y Mauritania, con el objetivo de impulsar el desarrollo de una zona de intercambios económicos importantes, pero actualmente paralizada por problemas políticos.

Marruecos, también, es miembro del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) desde 1987 y organizó en 1994 en Marrakech, la reunión constitutiva de la OMC (Organización Mundial del Comercio) que sustituyó a los acuerdos del GATT, siendo miembro de esta Organización desde esta fecha.

Marruecos ha demostrado gran interés por desarrollar sus relaciones con su gran vecino del norte, la Unión Europea. En los últimos diez años, esta línea estratégica ha sido una constante de su política exterior. Tras el Acuerdo de Asociación con la UE de marzo 2000, Marruecos acordó con la UE en julio 2005 el Plan de Acción de la Política Europea de Vecindad. El 13 de octubre 2008, Marruecos consiguió un Estatuto Avanzado en sus reuniones con la UE, con el objetivo, “todo menos la adhesión”, con la voluntad de profundizar en la integración progresiva de Marruecos en el mercado interior europeo y la convergencia marroquí en las normas comunitarias.

En el marco estrictamente político, reivindica a España desde 1982 Ceuta y Melilla. Respecto al Sahara Occidental, rechaza cualquier solución que no sea convertirse en una región autónoma de Marruecos. En 1984 Marruecos abandonó la OUA (Organización para la Unidad  de África) en protesta por la admisión de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática), a propuesta de Argelia. Apoya a la OLP (Organización de Liberación Palestina) contra Israel, con la solución del establecimiento de Estado palestino independiente.

La tensión en las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Argelia ha estado siempre presentes y siempre ha tenido la cuestión del Sahara como telón de fondo. La principal causa radica en primer lugar, en la existencia de dos sistemas políticos divergentes, una monarquía conservadora en Marruecos y una república socialista árabe en el caso argelino. Por otro lado los desencuentros territoriales con el Sahara y el apoyo de Argelia al Frente Polisario, han dado lugar a dos enfrentamientos militares, el primero en 1963 por una delimitación de las fronteras coloniales y el segundo en 1963 con motivo del Sahara. Actualmente las fronteras respectivas están cerradas.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada