13/6/11

MARROC - Anatomia dels moviments socials al Marroc




Anatomia dels moviments socials al Marroc

  1. El col·lectiu protagonista de les protestes: el Moviment 20 de febrer.
  2. Comunicat del Moviment 20 de Febrer.
  3. Un dels motius centrals: les condicions laborals i l'atur.
  4. Els joves: principals actors socials de les protestes.
  5. Retrat des de la perspectiva de BENNANI-CHRAÏBI i LEVEAU: Soumis et Rebelles: les jeunes au Maroc Soumnis et rebelles.
  6. Les paraules del Ministre Mohamed el Yazghi sobre el Moviment: "No habrá revuelta marroquí, porque ya la hemos ganado".
  7. Marroc davant les revoltes ciutadanes al Magreb

  1. El col·lectiu protagonista de les protestes: el Moviment 20 de febrer.
A raíz de las movilizaciones sociales en Túnez, el Movimiento 20 de Febrero nace como un grupo de debate en la red social Facebook. Su objetivo de partida era propiciar un espacio para la discusión sobre la situación económica, social y política en Marruecos. De la virtualidad del movimiento se pasa a la realidad, organizándose reuniones en diferentes ciudades, así como comités o comisiones encargados de temas específicos (eslóganes, manifestaciones, relaciones).

El movimiento se define a sí mismo por la inexistencia de líderes: todos los miembros pueden decidir, y se llega conjuntamente a los acuerdos, de forma acéfala. No obstante el afan de igualdad, la existencia de líderes, carismaticos o no, es inevitable. Una de las mayores aportaciones de Max Weber tiene que ver con la articulación de las relaciones de autoridad dentro de las organizaciones. Poder y autoridad son conceptos distintos: mientras poder se considera que es la habilidad para conseguir que las personas obedezcan, autoridad es el cumplimiento de órdenes recibidas. Así, un sistema asambleario será incompatible con formas de autoridad, pero no con formas de poder.

La anterior estructura acéfala, junto al uso de las nuevas tecnologías de la información hacen inevitables los nexos con las movilizaciones en Egipto. La masa toma la calle espontáneamente para manifiestarse, con la adhesión de determinados partidos políticos. Las redes sociales como Facebook o Twitter sirven como un difusor de las movilizaciones, así como de mensajes que salvan las censuras de otros medios como la televisión. De igual modo se multiplican infinidad de vídeos y fotografías que acercan a cualquier espectador interesado a los hechos que de otro modo quedarían ocultados. Y dada la internacionalidad de estos medios, las muestras de apoyo mundiales se multiplican. No ha sido tan así con el Movimiento 20 de Febrero, ya sea tal vez por el poco énfasis dado en los medios de comunicación internacionales, o por la menor violéncia y agitación que en otros países.

Por otro lado tampoco se pueden pasar por alto las relaciones de estas nuevas formas de movilización con lo que actualmente está ocurriendo en las capitales española y catalana. Las plazas de Catalunya en Barcelona y la Puerta del Sol en Madrid han sido ocupadas por ciudadanos que les dan un nuevo uso. Se convierten en lugares donde se celebran asambleas igualitarias para discutir sobre la idea de democracia, las leyes, la economía, la educación, la sanidad o las diferencias de género.

Igual que en el Movimiento 20 de Febrero, Internet juega un papel importante, y exclusivo, en la difusión de comunicados, acuerdos o imágenes. No obstante, creemos que demasiadas veces se tiende a atribuir el nacimiento de los movimientos a las redes sociales, como si detrás de ellas no hubiera personas con inquetud de manifestar su insatisfacción, sinó como si fueran instituciones creadoras de revoluciones en sí mismas, a quien los medios miran con miedo. Pensamos que las redes sociales son una herramienta, un lenguaje sujeto a su utilitzación como cualquier otro lenguaje, y en ningun caso el contenido de la protesta en sí. En definitiva, para nosotros, la función de las redes sociales y las octavillas que se tiraban des de un edificio alto contra la dicatura franquista es la misma, lo que cambia es el alcance.

Volviendo al Movimiento 20 de Febrero, éste recibe apoyo de la Red Democrática de Solidaridad con los Pueblos, de la que forman parte organizaciones de derechos humanos, como la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). Progresivamente se han producido coordinaciones locales con la Association Nationale des Diplômeés Chomeurs au Maroc (ANDCM), que representa los diplomados parados en Marruecos, los partidos de izquierda como Vía Democràtica, PSU y el Hellip. Crea una amplia convocatoria bajo el lema “Democracia y libertad”. Una vez más -como ocurre en Egipto o Túnez- las reivindicaciones recogen el término democracia. Un término importado y que, trasladado a un nuevo contexto, puede recibir un nuevo significado. Actualmente en España, cientos de milares de personas se estan cuestionando qué significa hoy en día y que debería significar en el futuro. Eso mismo mueve a este movimiento que aglutina en su seno a jóvenes, sindicatos, organizaciones de derechos humanos, pero también a organizaciones de corte islamista como el partido Justícia y Caridad. Dicha agrupación está ilegalizada en Marruecos por no corresponder a la particular interpretación del Islam que hace la monarquía. La adhesión de este partido rebela una particularidad de los movimientos reivindicativos en el Magreb y Oriente Próximo. Se abre la posibilidad de reivindicaciones o rebeliones -la denominación para ser exactos debería ser diferente según a que país nos refiriéramos- no seculares y en un contexto internacional donde la visión generalizada de un posible Islam político inmediatamente se asocia con extremismos y terrorismo.

Otros grupos que se han sumado a las reivindicaciones del movimiento son el Fórum para la Justicia y la Verdad (creado años después de las atrocidades cometidas en los Años de Plomo), el Movimiento Amazigh (a partir de asociaciones como CMA, Azetta o Tamaynut) y sectores de los sindicatos Union Marocaine du Travail (UMT) y Confédération des Démocratique des Travailleurs (CDT).

Los objetivos concretos del movimiento son disolver el actual parlamento, el gobierno y abrir un proceso para una nueva constitución que sea realmente democrática, en el sentido de que sea el pueblo el que decida. Se vuelve con ello al debate sobre qué es y qué no es democracia. En Marruecos, como en otros países del Norte de África, el término se ha usado encubriendo abusos de poder de los gobiernos locales. Incluso en Europa está en entredicho, como ya se mencionó.

Aludiendo a los anuncios de la Monarquía para el próximo mes, no quieren una reforma constitucional. Recuperando los datos de otras entradas de este apartado, a lo largo de la historia del país se han dado diversas reformas de la constitución que al final han mantenido las jerarquías de poder. El movimiento concluye que una reforma no puede ser democrática si viene desde arriba, es decir, desde el Rey. De hecho, el mismo monarca ignora las demandas fundamentales del movimiento.

La red del movimiento convocó movilizaciones en 60 ciudades, el 27 de Febrero, el 6 y el 13 de Marzo. Su difusión ha tratado de ser frenada a través de campañas en medios de comunicación contra personas importantes en el movimiento. Se les ha relacionado con consumo de alcohol o conversión al cristianismo. El poder (Makzen) también ha tenido sus reacciones creando confusión -como el apoyo declarado al movimiento del PAM, partido de creación monárquica, que deja en evidencia la fidelidad de otros partidos, como la USPF o el PPS, a la institución monárquica- y tratando de reprimir las manifestaciones acusándolos de apoyar el frente polisario o amenazar la unidad territorial. Incluso determinados miembros han recibido amenazas de la policía y e ha presionado a sus familiares. Aunque la represión no es tan fuerte como en otros países de la región, sí es constante contra activistas, estudiantes, trabajadores en lucha, diplomados en paro y habitantes de barrios marginales. Algunas fuentes indican que los minititarios actos vandálicos fueron causados por miitantes de partidos políticos con el objetivo de manchar su carácter pacífico. Debido a las represiones cientos de heridos y presos, así como ocupación policial y hasta militar en determinadas zonas. A pesar de que estas presiones no han surtido efecto, dentro del movimiento se preparan para una posible escalada de la violencia.

Las manifestaciones del 20 de Marzo contaron con 50000 personas en Casablanca, 20000 en Tánger, 8000 en Alhucemas, 4000 en Tetuán y 10000 en Rabat por mencionar sólo algunas de las ciudades más importantes.

El 24 de Marzo, en Marraquech y Tánger participan 10000 personas, en Sefru 1500, en Taza 3000, En Casablanca se da un descenso en la cantidad de movilizados y se podían leer pancartas como “No a los centros de detención ilegal”.

Todas las manifestaciones se han dado en domingo. Y destaca la movilización permanente en Rabat con constantes concentraciones, acciones reivindicativas y manifestaciones exigiendo un derecho al trabajo como derecho humano indispensable, la incorporación en la función pública, subsidio por desempleo en función de los años en el paro, el establecimiento de un salario mínimo, reconocimiento legal de la ANDCM, liberación de los detenidos y justicia en el caso de Mustafa El Hamzoui, asesinado en una comisaria de Khefira hace 18 años.

Este tipo de movilizaciones llevan a recuperar el concepto de solidaridad mecánica de Durkheim. Entendido como elemento distintivo de sociedades llamadas primitivas, donde primaba (según el autor) un sentido de reciprocidad y de comunidad. Dicha solidaridad reaparece en momentos de efervescencia colectiva, que para Durkheim son situaciones excepcionales donde colectivos humanos existen temporalmente como un totalidad viviente (aunque diferente de un organismo vivo). Estos períodos de exaltación colectiva, necesariamente son limitados en el tiempo y conllevan una masa que se mueve sin un fin concreto pero que puede llevar a cambios sociales. Recuperar estas teorías para esta clase de movimientos hace que se le pueden incluir importantes matices. Para empezar el de la inexistencia de finalidad. Cuando el autor elaboró sus teorías no existía Internet, ni la globalización en el planeta se había desarrollado hasta el punto de poder establecer nexos nacionales o internacionales donde la palabra escrita y la imagen funciona como traducciones de tal efervescencia colectiva a un contenido mucho más racional. Esta podría ser una lectura del Movimiento 20 de Febrero, que canaliza unos sentimientos de disconformidad colectivos, y a pesar de sus momentos de efervescencia colectiva en las manifestaciones, se dirige a un fin concreto que en líneas generales consiste en propiciar cambios en las formas de gobierno. El tiempo dirá si, como decía Durkheim, es limitado en el tiempo o no. La misma interpretación se podría trasladar a las movilizaciones en otros países de la región o en España.



  1. Comunicat del Moviment 20 de Febrer: 





El Moviment reclama els següents punts:

  • Una constitució democràtica votada per una assemblea constituent elegida democràticament.
  • La dissolució del parlament i la destitució de l'actual govern, així com la col·locació d'un govern de transició encarregat d'iniciar les reivindicacions del Moviment del 20 de febrer.
  • Una justícia independent i, més generalment, la separació dels poders.
  • El judici de tots aquells que estan implicats en el pillatge, el malbaratament i la dilapidació de les riqueses del país.
  • La alliberació de tots els presos polítics, així com la rendició de comptes davant la justícia de tots els responsables de detencions arbitràries, de "desaparicions", de tortures i de repressions salvatges.
  • Es reclamen aquí les condicions necessàries perquè el poble marroquí accedeixi a una veritable democràcia i ciutadania amb el fi d'arribar a ser amo del seu destí.
  • Integració dels titulats superiors aturats a tots els nivells de la funció pública i la realització de les convocatòries d'oposicions amb tota transparència i igualtat
  • Assegurar una vida digna a tots i totes en contra la vida cara. L'augment dels salaris i del Salari Mínim Interprofessional.
  • Assegurar l'accés dels més pobres als serveis públics dignes i dotats de mitjans que els permetin de complir llurs missions.
14 de febrer 2011.

Font: http://www.facebook.com/mouvement20fevrier#!/mouvement20fevrier?sk=info




3. Un dels motius centrals: les condicions laborals i l'atur.
    Els informes produïts per l'Haut-Commissariat Au Plan –la principal institució responsable d'elaborar la informació estadística econòmica, demogràfica i social al Marroc- mostren que l'atur nacional al 2010 afecta el 9,1% de la població activa del Marroc –de més de 15 anys-, tot i que en la darrera dècada s'ha reduït progressivament a més de la meitat, ja que a l'any 2000 es trobava al voltant del 20%[1].

    En l'anàlisi de l'atur per rangs d'edat trobem certes distàncies que cal considerar per a l'anàlisi dels fets. L'atur afecta més severament la població entre 15 i 24 anys, revelant una taxa del 17,6% (2010), no especialment lluny del grup d'edat de 25-34, que assoleix uns nivells del 12,3%. En el consegüent rang d'edat, 35-44 anys, l'atur és del 5,4%, mentre els majors de 45 anys es troben al voltant del 2%, el valor que es considera atur estructural.

    Pel que fa a la durada de l'atur nacional, segons dades del 2010, es calcula que el 36,9% té un període d'entre 0 i 11 mesos, mentre que el 62,8% s'allarga més d'un any. En definitiva, els joves entre 15 i 34 anys són els que pateixen les condicions laborals més precàries, fet que explica les reivindicacions en aquest sentit, encapçalades pel Moviment de Joves del 20 de Febrer. A continuació, incloem la taula de les dades per fer-les més visibles.[2]

    Taula d'atur anual national segons els rangs d'edat


    Anys
    15 - 24
    25 - 34
    35 - 44
    45 i majors
    Mitjana
    2010
    17,6
    12,8
    5,4
    2,1
    9,1
    2009
    17,9
    12,7
    5,4
    1,9
    9,1
    2008
    18,3
    13,5
    5,2
    2
    9,6
    2007
    17,2
    14,4
    5,9
    2
    9,8
    2006
    16,6
    14
    6
    2,3
    9,7
    2005
    15,7
    16,5
    7,8
    2,1
    11
    2004
    15,4
    16,4
    7
    2,2
    10,8
    2003
    16,2
    17,5
    6,9
    2,5
    11,4
    2002
    17,2
    17,3
    6,1
    2,1
    11,3
    2001
    18,5
    18,9
    6,4
    2,2
    12,3
    2000
    19,6
    20,5
    7,3
    2,6
    13,4
    1999
    20,3
    20,7
    7,4
    2,9
    13,8
    Font: Enquesta Nacional sobre l'Ocupació, Direcció de l'Estadística Haut-Commissariat Au Plan. http://www.hcp.ma/frmEnquetes.aspx?id=0201&vara=10

    Un altre dels aspectes extensius a les reivindicacions sobre la precarietat de les condicions de treball és la manca d'inserció laboral en relació a la formació, com és el cas dels joves amb estudis superiors universitaris.

    Com podem veure en el quadre següent, observem una relació inversa entre formació i atur, ja que gairebé s'estableix que com més qualificació més atur. Així, el 18,3% dels aturats tenen una formació secundària qualificada i el 17,8% tenen estudis universitaris, en contrast amb els nivells més baixos d'atur - del 2% -, entre el personal sense cap tipus de formació acadèmica. Volem destacar també que les dades s'agreugen en els diplomats superiors residents en àrees rurals, ja que s'hi comptabilitza que 30% d'aquests està aturat.






    Pel que fa al binomi urbà-rural trobem diferències significatives. Es comptabilitza un atur molt més alt en les àrees urbanes, que arriben al 13,7%, que en les rurals, amb un 3,9%. Les diferències entre els rangs d'edat també es disparen en la mateixa tendència, de manera que en les àrees urbanes el rang 15-24 anys assoleix una desocupació del 31,3% mentre que en les zones rurals és del 8,4%, un valor molt proper al de l'atur nacional. Estem parlant, doncs, d'una diferència entre zones lleugerament per sobre el 22%. El consegüent grup d'edat, 25-34 anys, presenta també una desigualtat considerable, arribant gairebé als 15 punts de diferència: així, mentre en les àrees urbanes l'atur és del 19,1%, en les rurals és del 4,4%.

    La desigualtat considerable de la proporció de població aturada entre les àrees rurals i en les àrees urbanes pot explicar-se, entre altres factors, per l'èxode rural, i la situació dels immigrants en les àrees perifèriques de les ciutats.

    En canvi, en les dades que aporta l'informe sobre els Objectius del Mil·leni per a Marroc elaborats per les NN.UU, observem que la pobresa absoluta (2008) en l'àmbit rural és superior a la pobresa urbana: contrastant els valors 6,7% i l'1,3%, respectivament, mentre que la mitjana nacional es troba al 3,6%. Aquesta situació ens genera dues hipòtesi: per una banda, que la ocupació no està immediatament relacionada a la generació de riquesa, o per l'altra, que la distribució de la riquesa és desigual entre les classes socials, fet que seria coherent amb les revindicacions populars d'acabar amb la corrupció i el pillatge.

    Per esbrinar-ho, ens remetem a l'anomenat Gini Index[3] del 2010 i revela que en una escala en la que el 1 és la total igualtat entre els ciutadans, Marroc es troba al 0,407.  A la següent gràfica veiem com la tendència a la desigualtat va en augment, en tant que al 1990 aquest valor era del 0,393. Hi hauria varis factors a considerar per al bon ús de referència d'aquest índex, però com a indicador oficial ens serveix per donar una idea de la situació del país.


    Font: Informe sobre els Objectius del Mil·leni de Marroc 2008. PNUD.


    Un altre aspecte que ens interessa comprovar mitjançant les dades estadístiques és si les zones i ciutats on s'han produït les revoltes majoritàries coincideixen amb altes taxes d'atur i precarietat laboral.

    Les regions que es troben com a mínim dos punts per sobre la mitjana de l'atur nacional són l'Oriental (Nador, Oudja) amb un 18%; Rabat-Salé-Zemmour-Zaer amb un 12,2%; Oued Ed-Dahab- Lagouira – Laâyoune (al sud) amb un 11,4%, respectivament.

    Volem afegir la dada que aquestes zones tenen una presència significativa de berberòfons –especialment l'Oriental, amb un 50,4%,-. Les zones amb més presència de parlants amazighs són Sous Massa Dra amb un 73,3% i una taxa d'atur del 7%, per sota la mitjana nacional, i Guelmin es Semara amb un 67,7% de parlants i la mateixa taxa d'atur, ja que l'informe econòmic de la província apareix en conjunt amb l'anterior. Cal tenir en compte, però, que només dos anys abans d'aquesta dada, al 2008,  a la regió es comptabilitzava un atur del 19%. Per tant, en una comparació relativa a la situació interna al país, podem dir que les taxes més altes d'atur no estan vinculades a la presència amazigha, però com explorarem més a fons quan tractem la qüestió veurem que han estat zones especialment abandonades pel règim.

    En definitiva, Marroc compta amb un atur del 9,1%, que afecta més àmpliament a la població jove, urbana i amb estudis superiors. Recordem que al voltant del 18% dels aturats tenen formació superior, un segment de població impulsador del Moviment del 20 de Febrer, protagonista en les protestes.


    Notes:



    [1] La proporció de població aturada que el Marroc tenia al 2000 no és indiferent als habitants de l'estat espanyol, ja que ha esdevingut portada de diaris i ha obert telenotícies a finals del mes d'abril, amb la publicació dels resultats del primer trimestre de les taxes d'atur de 2011. Espanya té un 21,29% de població aturada –el que significa 4.910.200 habitants- i Catalunya un 19,01% - que es tradueix en 727.600 habitants-. Font: Enquesta a la Población Activa. Instituto Nacional de Estadística

    [2] Pel que fa la comparació de les dades amb Espanya al primer trimestre de 2011, segons la EPA, cal dir que la població que pateix un atur més elevat és la que es situa entre els rangs d'edat de 20 a 49 anys – assolint valors entre 13'3% i 15,6%-, de manera que segons aquestes dades interpretem que l'atur espanyol, a diferència del marroquí, és un atur generalitzat i no només juvenil, encara que caldria un examen més extens que inclogués un anàlisi de la durada de l'atur, de la precarietat laboral, i de l'afectació entre els gèneres, entre d'altres.





    [3] Índex Gini: Mesura de la desviació de la distribució dels ingressos o del consum entre individus o llars en comparació amb un país amb una perfecta equitat distributiva. La corba de Lorenz traça els percentatges acumulatius d'un total d'ingressos rebuts contra el nombre acumulat de receptors, començant amb la llar o l'individu més pobres. L'Índex Gini mesura l'àrea entre la corba de Lorenz i la línia hipotètica de l'absoluta equitat, expressat com un percentatge de la màxima àrea sota la línia. El un valor de 0 representa l'absoluta equitat, mentre que el 1 és l'absoluta desigualtat.
    Font: World Bank (2010c). International Human Indicators.

    4. Els joves: principals actors socials de les protestes.

    La població del Marroc és molt jove. La meitat dels marroquins –exactament el 51,8%, amb dades de 2004, tenen entre 0 i 24 anys. El següent rang d'edat – dels 25 als 34 anys- és el més nombrós, significant un 15,8% del total de la població.

    Una manera per valorar fins quan s'és jove al Marroc pot ser mitjançant l'edat en el primer matrimoni. La mitjana nacional del 2009 revela que els homes es casen als 31,6 i les dones als 26,6. En l'àmbit rural els casaments són al voltant d'un any abans en cada cas.





      5. Retrat des de la perspectiva de BENNANI-CHRAÏBI i LEVEAU: Soumis et Rebelles: les jeunes au Maroc Soumnis et rebelles.

      BENNANI-CHRAÏBI, M. ; LEVEAU, R. (1994) Soumis et Rebelles: les jeunes au Maroc. Ed. Cnrs Editions, Paris

      Soumis et Rebelles nos introduce la problemática de los jóvenes marroquíes, en este caso la juventud urbana escolarizada. Veremos como estas revueltas y manifestaciones actuales tienen antecedentes y precedentes claros, que nos ayudaran a comprender el momento actual, mostrando conflictos que aún no se han solucionado.

      Esta información podría parecer sesgada, nada más lejos de la realidad, simplemente hablamos aquí de este aspecto, así  como a lo largo del blog trataremos de los jóvenes en el mundo rural etc.

      El autor trata de mostrarnos las contradicciones internas de Marruecos, una mezcla de fenómenos aparentemente contradictorios que caracterizan la dinámica de este país.

      Regularmente cientos de marroquíes aún a riesgo de su vida atraviesan clandestinamente el Mediterráneo en busca de otra vida, otros se quedan soñando con ello, en un contraste entre la repulsión y la fascinación hacia la sociedad de consumo. Los jóvenes que normalmente quieren participar de esta sociedad, atacan las vitrinas y los símbolos materiales de esta modernidad.
      A partir de la independencia, la monarquía controla toda la población, las ciudades manifiestan periódicamente insumisión a la autoridad y son el escenario de reivindicaciones juveniles.

      Uno de los problemas de esta población está marcado por el sueño colectivo de estos jóvenes: acceso a la enseñanza  para todos como motor de ascensión social. La educación es un derecho y un factor de desarrollo económico.

      La inserción de estos jóvenes titulados es difícil: hay una desigualdad entre las promesas, las expectativas y realizaciones, esperan una ascenso social gracias a la escuela (como han hecho las elites de generaciones anteriores). Creen que pueden obtener su lugar en la sociedad independientemente de sus orígenes sociales e interiorizan sus mentes como valor legítimo.

      La masa de los mal colocados o no colocados crece. La masificación distiende las licencias sociales y presenta un terreno favorable al clientelismo. En estas condiciones de corrupción, la economía paralela se extiende ante el déficit de empleos formales.

      La mayor parte de los jóvenes mal insertados o poco dotados denuncia el hecho de tener que depender de su familia, recurrir a la corrupción y al clientelismo, realizar tareas ocasionales o verse obligado a expatriarse.

      Refiere el autor que el estado es percibido como un centro hipertrofiado, pujante, omnisciente, omnipotente que posee todos los monopolios y esto tiene sus consecuencias.

      Los jóvenes nacidos entre los años 80 y 90 son productos de la desilusión. El mito de la enseñanza, de la movilidad social, de la autorrealización individual se evaporado; hecho que les lleva a replantearse su posición y relación con el grupo.

      En ocasiones se separa progresivamente del grupo, reformulándose las representaciones que tienen de sí mismos, de su sociedad de los otros, pero igualmente por el nacimiento de esperanzas y valores nuevos.

      Quieren participar en la sociedad de consumo, valorizar lo nuevo, buscan expandirse, encontrar su identidad social.

      Se produce una paradoja con dos facetas: el individuo nacido ser social, navegando entre el orden pragmático y el normativo. La práctica religiosa continua siendo muy valorizada, la noción del honor estructura siempre su comportamiento sexual, aunque tienda a redefinirlo y flexibilizarlo. El no cumplimiento de estos principios no lo margina, pero el malestar está presente.
      Las prácticas culturales aparecen como un campo de experimentación y fabricación de normas propias, la tradición o la modernidad. Su sistema de representaciones participa en fenómenos de descomposición y recomposición.
      La família, que era la unidad social de base, ha dejado de serlo para considerarse una estructura de compensación. El autor nos describe que en ocasiones es causa de rencor, por la dependencia que genera.

      Existe una gran frustración entre lo que se espera del Estado y la realidad. Los partidos sin poder de influencia real, más preocupados por sus intereses internos, no ofrecen credibilidad.

      El 14 de diciembre de 1991 nace el movimiento de Salé: más de 300 diplomados sin trabajo se recluyen en un complejo artesanal para conseguir un empleo. Sin apoyo y en el marco de una vida comunitaria organizan huelgas de hambre y marchas, lo que no suscita la simpatía de numerosas organizaciones políticas, sindicales y asociaciones del país. Este movimiento no tiene etiqueta política, ni disponen de activos sociales, son fruto del abortado sueño político de la descolonización. La independencia y la movilización de todos para una garantía de trabajo son sus máximas reivindicaciones.

      Concluye el autor que: la integración política precisa un cambio estructural, una verdadera transición democrática, aceptando los riesgos que ello comporta, con reglas de juego claras en un Estado de derecho.


      6. Les paraules del Ministre Mohamed el Yazghi sobre el Moviment: "No habrá revuelta marroquí, porque ya la hemos ganado".

      Resumen de la entrevista realizada a Mohamed el Yazghi, Ministro de Ordenación de Territorio, del agua y del medio ambiente de Marruecos, a raíz de las manifestaciones que tuvieron lugar el 20 de febrero en 52 ciudades de la nación.

      AMIGUET, Ll. No habrá revuelta marroquí, porque ya la hemos ganado. La Vanguardia,  25 febrero 2011.

      Mohamed el Yazghi, manifiesta: que no habrá revuelta marroquí porque ya la hemos ganado; de hecho no se han reprimido las manifestaciones en general pacificas, con solo disturbios aislados. No hay nadie detenido por estas protestas. Marruecos solo tiene presos por delitos terroristas, ninguno por militancia política.

      Refiere que el mismo fue encarcelado por Hasan II, por luchar por la democracia y los derechos humanos, pero no consiguieron eliminarnos y seguimos luchando. Ya hace años que reformamos, por eso Marruecos no sufre ni sufrirá, la ola de protestas que sacude el mundo árabe, ya que los marroquíes después de décadas de lucha ya hemos conseguido lo que esos manifestantes de otros países piden.

      Según él, los en el Sahara están discutiendo con el Polisario una autonomía que podrá satisfacer a sus demandas. En el Rif y otras regiones también. Su modelo es el Estado español de las autonomías.

      El ministro saluda y celebra las revoluciones tunecina, egipcia y libia y otras en marcha, como expresiones ciudadanas de los deseos de libertan, democracia y derechos humanos en ese camino de progreso en el que los marroquíes “ya estamos”.

      El integrismo radical ha quedado fuera de juego, sin un papel en la historia, y no es el actor político en ninguna de estas revoluciones árabes.

      Ante la pregunta ¿Qué pide el mundo árabe?. Lo que empezamos a pedir los socialistas marroquíes hace décadas:derechos humanos, libertad, prosperidad, igualdad social…

      Refiriéndose a la juventud, reconoce que hay muchos titulados y, sin embargo faltan cuadros preparados para las nuevas actividades económicas: sufrimos una falta de adecuación entre la enseñanza superior y lo que demanda el mercado, por eso reformemos la universidad. También estamos combatiendo la corrupción de la Administración, aunque dice también, la propicia el ciudadano  que acepta pagar por lo que le corresponde por derecho.

      Sobre Ceuta y Melilla cree que la solución es la misma que hicieron los británicos en Hong Kong.

      Leemos esta entrevista y, nos transmite una panorama de tranquilidad, todo esta controlado, sin represión, ni violencia.

      Por otra parte nos llega una información bien distinta por otros medios de comunicación. Convienen conectar con el blog de la Asociación Cultural dels Drets del Poble Amazigh de Catalunya (ACDPAC). Se informa que sí ha habido represión, con muertos y heridos, aunque la presa oficial los tachaba de delincuentes.


      7. Marruecos ante las revueltas ciudadanas en el Magreb.

        Los acontecimientos políticos que desde primeros de año se están produciendo en el Magreb, tienen un efecto “domino” en toda la región, desarrollándose a gran velocidad y pacíficamente en Túnez y Egipto en donde sus respectivos dictadores ya están en el exilio.

        En el caso de Libia, por el momento, hay una resistencia numantina  a abandonar el poder por lo que la violencia se extiende rápidamente con un final incierto.

        Existen grandes diferencias políticas entre los diferentes países que componen el Magreb. Destacaremos por un lado las repúblicas, con partido único, cuyos presidentes son reelegidos continuamente, en ocasiones con el 99% de los sufragios, fuente del nepotismo y la corrupción; algunos llevan más de treinta años en el poder, y que han accedido al poder mediante golpes militares. Este es el caso de Túnez, Argelia, Libia, Egipto, Siria y Yemen que son los que serán barridos por esta ola de revueltas ciudadanas en más o menos tiempo.

        Otra situación es la de las monarquías constitucionales, Jordania y Marruecos, y profundizaremos sobre esta última.

        En  Marruecos el factor importante y que lo diferencia de los otros países de su entorno es la legitimidad del Rey a través de la continuidad de la dinastía Alauí desde el siglo XVII, la independencia plena en 1956 con Mohamed V, su hijo Hassan II en 1961 y actualmente Mohamed VI desde 1999. Esta legitimidad es por partida doble, imán y Jerife, como descendiente de Mahoma.

        El régimen es una monarquía constitucional multipartidista bicameral, una Cámara de Representantes por sufragio universal y una Asamblea de Consejeros nombrada directamente por el Rey, y además éste designa el primer ministro.

        Entre la multitud de partidos políticos, cosa que interesa a la monarquía, destacaremos: el partido socialista cuyo líder actualmente dirige un gobierno de coalición, el partido PJD (Justicia y Desarrollo) islámico moderado aunque menos liberal y moderno que el AKP turco, el PJC (Justicia y Caridad) islamista radical que denuncia la tremenda corrupción económica y moral del “Majzen” (un sistema clientelar de gestión tradicional en una sociedad patriarcal, entre la burocracia estatal y las elites) y que no reconoce la figura del Rey como líder religioso, aunque no habla de abolir la monarquía. Este partido tiene sus seguidores entre las clases sociales más pobres y en la universidad.

        En la sociedad marroquí aún dominan métodos tradicionales de organización social por lo que las posibilidades reales de instaurar actualmente una democracia plena en el país, son pocas, ya que el autoritarismo y la religión mediatizan las relaciones políticas. Factores en contra, el 50% de la población es analfabeta. Factores a favor: la población en 30 años ha pasado de rural a urbana (60%) y el 55% de la población es menor de 24 años.

        Las movilizaciones del mes de Febrero no pretenden derrocar el régimen sino que reivindican una nueva constitución más abierta y las demandas no satisfechas de empleo, educación, vivienda, servicios sociales y el fin de la corrupción, pero la participación fue mínima, en Casablanca unas 3.000 personas y en Rabat unas 20.000.

        La coronación de Mohamed VI empezó con grandes esperanzas, un indulto general, las leyes sobre la mujer y la familia, pero pronto se paralizó todo ya que el monarca y su círculo no ceden poder político y económico; el régimen hasta ahora se ha sentido seguro. Pero la situación ha cambiado! Los procesos de liberización de Túnez, Egipto y Libia generará una movilización política en el conjunto de la sociedad civil.

        Las condiciones no son óptimas, pero lo que está sucediendo en su entorno deberá influir para que algo se mueva, tanto por parte del monarca que se juega el reino, si no juega bien sus cartas, como por parte de la sociedad civil que constata el poder que tiene si se moviliza.

        Difícil hacer un pronóstico. Se supone que la monarquía jugará sus cartas, como cambiar el primer ministro, promulgar algunas leyes más progresistas e ir cediendo en función de la presión de las demandas. Esto llevará un tiempo ya que la transición será lenta, pero que inevitablemente llevará a una monarquía parlamentaria en la que el Rey reina pero no gobierna.



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