16/6/11

ISLAM - Obres destacades sobre l'Islam: C.Geertz, P.Bourdieu i I.Terrades

C.GEERTZ

Observando el Islam  de Clifford Geertz. Ediciones Paidós 1994.                                                Desde las revueltas árabes.
A partir del estudio comparativo  de la religión islámica  en dos civilizaciones  claramente contrapuestas como la  marroquí y la Indonesia  se ponen de manifiesto algunas consideraciones que cuarenta años después de la publicación de Observando el Islam en  1968 continúan estando de actualidad a tenor de las interpretaciones   que    los recientes acontecimientos en  los países árabes han suscitado. La primera tiene que ver con una  concepción del Islam todavía  vigente hoy en día  -  puede  que  hegemónica en occidente- basada en estudios descriptivos de ideas, actos e instituciones que  se presentan   desligadas del sentido que socialmente se le   asigna  dentro de un marco de representación  compartido por una comunidad. Esta  visión  rígida del Islam contrasta con  el análisis  comparativo realizado por Clifford  Geertz  en el que  se  constata la diversa evolución  de la doctrina coránica  de acuerdo  con el estilo  de vida  de cada sociedad   y con  las condiciones históricas en las que se produjo su  difusión.  Por una parte, en Marruecos el Islam  se imbuye del aplomo  de una civilización y de  su  carácter  enérgico  para producir   una espiritualidad rigurosa y dogmática, mientras que en Indonesia  su fusión  con el sincretismo hindú  deriva en una religiosidad más reflexiva y  diligente con un matiz teosófico.

Una  segunda consideración hace referencia  a una obviedad que el paso de la  historia se encarga  de  demostrar con una obstinación semejante a  la que  determinados  discursos se aferran  en  ignorar: el carácter mutable de cualquier institución social. “Nada demuestra mejor el cambio que aquellas instituciones que se piensan inalterables como la religión” comenta Geertz quien en esta dirección  destaca  el  proceso de ideologización de la doctrina islámica   en las últimas décadas fundamentalmente como  consecuencia del colonialismo.    En la  medida que  la  religión  ha ido  adoptando  progresivamente un significado  político como instrumento  de distinción   y  de reivindicación frente a occidente,   al mismo tiempo se  ha producido  un fenómeno de    homogenización cultural y  religiosa que ha tenido en el   escriturismo su expresión más significativa .  Este proceso  juntamente  con el nacionalismo constituyen el  puente de acceso a la modernidad por parte de   las sociedades árabes donde la  ideología religiosa   representada  por fuerzas de poder ortodoxas  ejercen una    oposición  tanto al colonialismo  occidental como  a un tipo de religiosidad más  popular o tradicional.  En consecuencia las tensiones entre el escriturismo, el nacionalismo y la tradición particular en  cada país  han cristalizado con el paso del tiempo   en diversas formas  de gobierno, de experimentar la religión y de vivir en sociedad. Por lo general, estas trasformaciones, si bien han generado comúnmente  una mayor intensidad  en las manifestaciones religiosas de las personas,  su aplicación o proyección en la vida diaria es cada vez menor. Al tomar  la sociedad marroquí como ejemplo,  Geertz  describe  una separación gradual entre la cosmovisión y el ethos  que inevitablemente  deriva en una crisis de la religión  al disminuir su facultad  para influir significativamente en la conducta cotidiana.

Aunque el Islam trasciende  el ámbito religioso y  envuelve la mayoría de  los acontecimientos en las sociedades  musulmanas, en  sí mismo no  presupone  a  la vida social,  más bien al contrario,  son los fenómenos sociales los que condicionan, se imbrican  y hacen comprensibles las manifestaciones religiosas. En el breve espacio de tiempo en el que se han desarrollado  las revueltas en el mundo árabe ya   han propiciado infinitud de lecturas  y  análisis     más o menos profundos,  pero teniendo en consideración los argumentos  que se esgrimen  en Observando el Islam deberían como mínimo  cuestionarse  aquellas  interpretaciones y  razonamientos   esencialistas que remiten a  una concepción cerrada y homogénea del  Islam  como explicación primordial,  o que tendenciosamente agitan la amenaza de la sinrazón y el fanatismo. El carácter de las revueltas y de los cambios que se están produciendo  seguramente,  como ha sucedido a lo largo de la historia,  poseerán    un matiz religioso, pero eso no debería apartar la mirada de los procesos sociales, económicos  y políticos que subyacen bajo  el manto del Islam.


P.BOURDIEU

Reflexiones sobre el Islam en la obra de Pierre Bourdieu Sociología de Argelia y tres estudios de etnología cabilia. Publicado en CSIC, Madrid 2006.

En la etnografía realizada por Pierre  Bourdieu sobre la Cabilia  se   analizan algunos aspectos que resultan  fundamentales     para intentar  comprender  la lógica que orienta el comportamiento no solo de los cabilos sino de los habitantes de un territorio tan  heterogéneo   pero  distintivo   al mismo tiempo   como es el Magreb. Sin duda uno de estos aspectos es  el sentido del honor que integrado en un sistema mítico ritual   conforma  una dualidad estructural que se  transfiere a    todos  los ámbitos de la vida social.  En este sentido la oposición y la  complementariedad de roles entre  el  hombre y   la mujer  se estipulan y se  legitiman   de acuerdo a las   asociaciones que se establecen   con  otros elementos  sagrados. En la práctica  cotidiana es donde  se hacen visibles estos  roles  y  se pone de manifiesto  como en   algunas de las sociedades estudiadas  por Bourdieu que   el papel de la mujer puede ser  mucho más relevante   e independiente  de lo que generalmente se piensa. En consecuencia, para  entender las diversas  transformaciones sociales deberían tenerse  en cuenta estos aspectos prístinos y estructurales   que  la religión islámica  en última instancia  ha sacralizado. Según  Bourdieu, el Islam constituye  un   dogma religioso que fluctúa entre la predestinación y la afirmación del libre albedrío. Su   influencia sin lugar a dudas  se extiende a  todo el  Magreb, pero   su dogma no es en  absoluto cerrado, sino que históricamente ha sido   interpretado y adaptado  a la realidad y a  las necesidades particulares de cada sociedad. Por tanto no se  pueden  explicar todos los acontecimientos de la vida social en función del dogma  islámico, del mismo modo que la vida religiosa no es consecuencia exclusiva    de las estructuras económicas y políticas.

 El autor francés destaca  que   es frecuente encontrar  pueblos en los que se otorga una mayor importancia a aspectos   de la doctrina coránica  que los teólogos  consideran  más superficiales, de la misma manera que  en otras sociedades  se pueden   ignoran  prescripciones  más rigurosas. Al mismo tiempo analiza las causas que han originado  la  tensión – contraposición-      entre  una ortodoxia religiosa propia de  la ciudad  y  un   mayor ritualismo en las zonas  rurales  donde por ejemplo,  el uso del velo es casi   inexistente. Esta práctica así como la  denigración y la discriminación  de la mujer musulmana  que ha sido motivo de incontables   polémicas y discusiones  en occidente no es en absoluto sustancial  al islamismo como determinados discursos se han empeñado en  afirmar,  sino que  debe entenderse en relación  con    los aspectos comentados anteriormente –  el sistema mítico ritual y el sentido del honor- y por supuesto como consecuencia de  las condiciones políticas y económicas –desestructuración-  que el colonialismo ha generado. En definitiva cabe preguntarse  hasta qué punto algunas de las  manifestaciones que  comúnmente se asocian  al   Islam son realmente inherentes a la religión coránica y no interpretaciones parciales que obedecen a unos determinados  intereses o   a unos usos  políticos de la religión.


I. TERRADES      

La justicia en el islam.
Reseña de Justicia vindicatoria de Ignasi Terrades publicado en 2008 por la editoria CSIC.
      
La obra Justicia vindicatoria del profesor Ignasi Terrades contiene  un trabajo  exhaustivo de  antropología jurídica, es decir,  sobre la variedad humana en la búsqueda de procedimientos para obtener justicia,  para paliar  y  compensar la capacidad humana de dañar. El abundante material    histórico  y  etnográfico  sobre  sociedades antiguas e indígenas, caracterizadas por una mayor igualdad  y reciprocidad entre sus miembros, se alternan con partes más  teóricas y  antropológicas que  conceptualizan   las diferentes formas de la  justicia composicional. El indudable carácter moral de la justicia vindicatoria  asociado a  la defensa de la víctima, a la búsqueda del equilibrio, a la compensación de la desigualdad y a  la restitución de los lazos sociales  entra en conflicto con el sistema penal occidental fundamentado principalmente  en el castigo  individual y en vigilar   la transgresión de la ley. La notoria  asimetría  entre los dos tipos de justicia como consecuencia  de la hegemonía del positivismo penal genera una tensa dialéctica recogida en los diferentes materiales etnográficos. El séptimo capítulo  está dedicado íntegramente a la justicia islámica –sharia-, especialmente  a dos de sus  principales  instituciones: la  diya i la qisas. El análisis  de estos conceptos  sugiere interesantes reflexiones que cuestionan   algunas de las creencias  que desde occidente  se  han vertido  sobre la justicia en los países musulmanes.

 El autor argumenta  que en  el islam, a diferencia de la doctrina  cristiana,  se han  reconocido e interpretado gran parte de  las   instituciones vindicatorias  a pesar de su origen pagano. Este hecho  ha contribuido a que el orden jurídico religioso se asentara con mayor  firmeza y que en la actualidad algunos estados islámicos  combinen  este tipo de justicia  con la penal.  Por otra parte Iganasi Terrades   arguye un  perfeccionamiento coránico de la justicia vindicatoria que  ha consistido básicamente   en  la  prelación  del ejercicio de la compensación, el perdón y la reconciliación –diya-  sobre la venganza o el talión –qisas-. Al margen de las diversas  discrepancias referentes a cuestiones doctrinales y tipificaciones penales sobre  la prevalencia  de la diya o  la qisa por parte de   escuelas como la  malequita  y la shafita,  en términos generales  la jurisprudencia islámica manifiesta un significativo  pluralismo jurídico que pocas veces es contemplado desde occidente. En este sentido se puede  identificar  cierto etnocentrismo en la mirada occidental hacia los procesos judiciales de las sociedades musulmanes que  generalmente son  calificados de atrasadas –bárbaros-  y  poco civilizadas  como consecuencia de  la propensión de los medios   a resaltar  los casos más cruentos. De cualquier modo  no se trata de establecer una dicotomía o una dualidad estricta,  sino matizar que  la justicia como el resto de instituciones sociales refleja en parte   la agresividad y la desigualdad existente en una comunidad. Por lo que muchas de las manifestaciones que frecuentemente aparecen en los medios de comunicación no deben ser vinculadas estricta y   exclusivamente   a la justicia coránica, sino que inciden  otros factores que requieren un análisis mucho más profundo como el que se realiza en la obra  Justicia Vindicatoria.    

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