7/6/11

ISLAM - Presentación

   Nuestro grupo se ha dedicado a estudiar el Islam como parte básica en las revueltas árabes.  La capacidad de unos estudiantes  occidentales  y de raíces culturales católicas para intentar entrar y desentrañar todo un entramado de creencias y relaciones sociales hacen difícil tener un una visión total del tema sino es compleja, interrelacionada y bidireccional entre las personas que expresan esa creencia y por qué. Además está la posibilidad antropológica de utilizar todo esta estructura intelectual que nos ha dotado las lecturas de los libros y los artículos para dar cuenta, como ser humano antes que como antropólogos, de la existencia de dificultades en la calle, en las instituciones…no para entender al Otro, sino para entenderse con el Otro.

   Las tres fuentes básicas de información han sido  “The immanent Frame” “Religioscope” y “WebIslam”. Los dos primeros son un blog y un e-zine dedicados al estudio de todo aquello que tenga que ver con las religiones y el último, como su propio nombre indica, es, además del órgano de expresión de la Junta Islámica Española, un portal de noticias y estudios sobre el Islam. También nos hemos servido de los libros que se nos propusieron en clase los cuales hemos reseñado y alguno más que hemos ampliado por nuestra cuenta y riesgo.

   Una de las dificultades que nos hemos encontrado incluso en los propios medios musulmanes, es la negativa a relacionar el Islam con las revueltas, como si la manera de juntarse con los demás en un espacio público “la calle” no fuera una demostración de cómo se han llevado de manera perceptible,  las acciones que pertenecen a otros ámbitos de la vida, pero sobre todo las religiosas,  a unas protestas que, a día de hoy, siguen siendo un modelo, un espejo en el que ver reflejados muchas otras revueltas, actuales y venideras. 

   Otro aspecto importante que hemos  de destacar es otro espejo, pero ese es negativo. Es el espejo invertido que fue expandido por las academias e intelectuales al servicio del colonialismo que, en 1979,  Edward Said radiografió en su libro “Orientalismo”. La capacidad de ver en el musulmán todo lo malo del ser humano es la manera de no quererlo ver en nosotros. Esa imagen negativa sigue todavía hoy navegando en la red imprimiéndose en libros y prensa. Y organizando la línea política de algunos partidos políticos. Ese ha sido un problema en la búsqueda de información. Buscar una aguja en un pajar. Es más fácil odiar y generalizar que comprender o entender toda la complejidad de las variantes que intervienen en una situación, en una cultura, en una manera de ver y vivir la vida.

   Por último, plantear la cuestión de la relevancia de un orientalismo conciliador en los medios de comunicación de masas o de ámbito generalista. Es decir, trata con respeto a los musulmanes pero en el sentido de condescendencia, en realidad, de palmadita en la espalda y de describir de manera totalmente democrática dónde está la raya que no deben cruzar. Tal vez ese sea el más peligroso. Porque hasta la gente que se llena la boca de tolerancia aplica en su vida diaria esta otra estigmatización “amigable”. En realidad la imagen de revueltas árabes que se tiene en esta parte del mundo y que suele ser exportada también por medios musulmanes como hemos comentado en el primer párrafo, sería la imagen perfecta de aquello que un occidental admite como conveniente: el revolucionario. Y aquello que no admite: musulmán.

   Los antropólogos solemos ser piedras en los zapatos,  piedras en el camino recto del pensamiento único.  Y  como dijo una activista palestina que nos visitó: “la piedra que es lanzada recupera su dignidad.”

Alberto Pérez, Alba Montes,
Ariadna Ramis y Salvador Serrano

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada